Sirviendo Con AmorMuestra

Dios corrige a quien ama

A mis catorce años comencé a servir a Dios. Dirigía la Alabanza y preparaba todos los aspectos técnicos del audio y de la música. Para mí, siempre fue importante tratar de hacer las cosas de la mejor manera posible.

Recuerdo que, en una ocasión, pensé en cómo podía mejorar el audio en el auditorio de la iglesia. El encargado de esta área, realizaba sus funciones en una parte alta que se encontraba al fondo del auditorio. Según mi criterio, la referencia auditiva del operador del audio no era la correcta.

Entonces pensé: “Sería buena idea hacer un ajuste, y cambiar el lugar de donde se opera el audio”. Sin consultar al Pastor, moví la consola a una mesa que se encontraba al nivel de la audiencia y bajé los cables a la medusa del audio a través de un agujero desde el techo. A primera vista no se veía muy estético, sin embargo, creí, que valdría la pena ese ajuste y que, por ende, mejoraría la experiencia de adoración de la iglesia.

Después de varias horas de trabajo y ya casi por terminar, entró el Pastor al auditorio y me pregunto: “¿Qué estás haciendo?” A lo que yo respondí: “Cambiando de lugar la consola para que el operador del audio pueda tener una mejor referencia”. Y el Pastor preguntó: “¿Y quién te dijo que lo hicieras? Por favor regresa todo como estaba”. En ese momento sentí vergüenza, enojo y frustración.

Antes de poder justificarme, entendí que no hice las cosas como debería de haberlas hecho.

“El hecho de que puedas hacer algo, no significa que lo tengas que hacer”. Muchas veces somos sabios en nuestra propia opinión.

Si queremos vivir bajo la voluntad de Dios, necesitamos que Él guíe y corrija nuestros caminos.

Oración: Señor, Dios, muéstrame cuál es el camino correcto que debo seguir, y no permitas que tome decisiones erróneas y si lo hago, corrige mi camino. Gracias porque sé que yo soy Tu hijo y Tú, eres mi Padre que me ama. En el nombre de Jesús, amén.