Juventud de la NaciónMuestra

La vida es preciosa

¿Te resulta difícil pensar en el futuro? A veces los días parecen más largos de lo normal, especialmente si estás esperando algo. Tal vez recuerdes lo que era esperar a que te saliera un diente, a que se te quitara el hipo, a que sonara la campana, a que terminara la semana, a que finalmente llegara la Navidad, la primavera o las vacaciones de verano.

Tal vez no sea la espera lo que te molesta, sino la incertidumbre. No saber lo que sucederá puede hacer que sea difícil pensar en el futuro. Preocuparse por lo que está por venir puede interferir con tu vida en el presente. Nadie sabe lo que traerá el mañana. Ni siquiera puedes estar seguro de todo lo que podría suceder hoy, pero hay cosas que puedes hacer para apreciar lo que tienes, ahora mismo, en este mismo momento.

Respira hondo y agradece por tu vida. Trata de escuchar los latidos de tu propio corazón. ¡Qué asombroso es tener esta capacidad de examinar lo que está sucediendo en tu propio cuerpo, en tu propio corazón! Podrías ir por la vida inconsciente y ajeno a esto. Es fácil de hacerlo cuando repites la misma rutina todos los días. Detente y presta atención a tu entorno, a la juventud de la nación, a las personas que te rodean. ¿A quién te gustaría abrazar una vez más? ¿A quién te gustaría agradecer? ¿Con quién podrías comunicarte?

La vida es valiosa pero también puede acortarse. No sabemos lo que nos depara el futuro. La Biblia dice que, aunque nuestros días son como un aliento o como una sombra, Dios se preocupa por nosotros porque le importamos. Somos valiosos para Él. Él tiene un propósito para nosotros. Él sabe quiénes somos, incluso cuando nosotros mismos lo olvidamos o sentimos que otros no nos ven ni nos reconocen. Él no solo nos conoce, sino que nos ama. Dios está al pendiente de nosotros y está tan cerca como un aliento, un latido del corazón, una sombra, una oración. Él puede y está listo y dispuesto a ayudarnos, sin importar los problemas que enfrentemos o lo que traiga el mañana. Él nos da fuerza. Él es nuestro refugio. Su amor perdura para siempre.