JordánMuestra

Pasaje Central: Juan 10: 27

“Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen”.

El oír la voz del Buen Pastor nos habla del sentido del oído espiritual agudizado. Agudizado se refiere a la capacidad de escuchar una voz que no es terrenal, pero también a la capacidad de discernir lo que proviene del Padre a lo que no. En este pasaje se nos marca que, como ovejas, la forma en que podemos seguir al Pastor es a través de lo que escuchamos.

Qué es lo que escuchas y te diré a quién sigues. Lo que escuchas determinará el rumbo de tus pasos. De modo, que si no escuchamos la voz de Dios, no estaremos yendo por la senda correcta a nuestro propósito y no nos referimos a andar en caminos de pecado, sino en un rumbo que es diferente a tu asignación. La forma en que encontrarás el camino correcto a tu tarea destinada desde la eternidad es a través de la intimidad.

A través de la comunión con el Buen Pastor, agudizaremos nuestro oído espiritual y nos encaminaremos a nuestra encomienda eterna. Así mismo, fortaleceremos nuestra fe y convicciones en los principios del Reino, pues hay que recordar que la fe viene por el oír y el oír por la Palabra De Dios (Romanos 10:17).

El inicio de la asignación divina del profeta Samuel (1 Samuel 3) inició con oír a la Voz De Dios. Así mismo, el inicio del caminar en tu asignación eterna comenzará (y se mantendrá) de la misma manera. Por lo que nuestra respuesta al Cielo siempre debe ser: “Habla que Tu siervo oye”.

La encomienda es ir con oídos y corazones dispuestos a escuchar la voz de Dios sabiendo que la respuesta a todo se encuentra en la Intimidad con el Buen Pastor.