El Berrinche Con DiosMuestra
A MI MANERA
Aunque deseamos no tener expectativas, solemos tenerlas y esto no exenta en lo que respecta a Dios y a Sus formas de actuar. Frecuentemente esperamos a que Dios actúe de la forma en la que pensamos que debería de hacerlo y cuando no lo hace viene la decepción que a su vez se expresa en berrinche o enojo. A menudo olvidamos que las cosas no deben ser a nuestra manera sino a la manera de Dios y olvidamos que la manera de Dios siempre será la mejor forma.
En el libro de 2 de Reyes en el capítulo 5 vemos a un hombre con esta misma historia. Este hombre llamado Namaán era general del ejército de Siria, con rango social elevado y caracterizado por su gran valentía, además era un hombre muy especial para el rey de Siria. Sin embargo tenía un problema de salud, él padecía lepra. La lepra era una enfermedad que en la antigüedad era terrible e incurable. Esta enfermedad iniciaba con manchas pequeñas y rojas sobre la piel que después de un tiempo crecían y se tornaban blancas con apariencia brillante o escamosa. Las manchas se propagaban por todo el cuerpo y el cabello comenzaba a caerse, primero el de la cabeza y luego el de las cejas. Imagina la situación por la cual estaba atravesando este hombre. Conforme la enfermedad avanzaba las uñas de las manos y de los pies se aflojaban, se pudrían y se caían. En verdad era una enfermedad terrible, los dientes se perdían, las uniones de los dedos de las manos y de los pies comenzaban a romperse y al final se caían. Parecía que la lepra consumía todo hasta llegar a la muerte.
Así que cuando Namaán sabe acerca de que el profeta Eliseo de la tierra Israel podía sanarlo, emprende su viaje, primero directamente con el rey de Israel y luego en la casa de Eliseo. Y, ¿qué crees? Algo interesante sucede cuando Namaán llegó a la casa ... Eliseo le envió un mensajero con órdenes de que fuera al Jordán y se lavara siete veces.
En el versículo 11 de este capítulo leemos que Namaán se enojó. La razón de su enojo se encuentra en que él había anticipado la forma en que Dios obraría, al parecer él ya lo tenía todo resuelto a su manera y deseaba que así fuera su sanidad pero no lo fue, no de esta forma.
La reacción que tuvo Namaán ante esas instrucciones que había recibido por parte del mensajero refleja que eran humillantes para él. El orgullo de Namaán fue aplastado de forma severa. Su orgullo creía que a su manera era mejor: “...Abana y Farfar , ríos de Damasco no son mejores que todas las aguas de Israel?".
A veces nuestro orgullo es tan grande que se nos hace difícil someternos a lo que Dios ha ordenado. Es el orgullo que nos hace creer que a nuestra manera es mejor.
Dios me ha enseñado que el enojo no solo tiene una raíz en el orgullo sino también en la necedad.
¿Quiénes somos nosotros para establecer en nuestra mente lo que Dios debe de hacer y cómo debe de hacerlo? Dios no está a nuestras órdenes ni se va a sujetar a lo que digamos, al contrario somos nosotros quienes debemos doblegarnos a las órdenes de Dios. No digas, ¿por que allá y no aquí?, solo obedece.
Oración:
Oh, Dios perdona nuestro orgullo que tanto aborreces, perdona cuando hemos sido necios sin entendimiento, perdónanos. Hoy nos doblegamos ante ti, doblegamos nuestra mente, nuestras expectativas, nuestra voluntad a ti, límpianos de la lepra del pecado de orgullo y extiéndenos tu misericordia en el nombre hermoso y poderoso de Jesús. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Qué sucede cuando las cosas no pasan como tú deseabas? ¿Cómo reaccionas cuando Dios no te da lo que le pediste? Generalmente los niños lloran, gritan o hacen berrinches cuando enfrentan situaciones en las que se sienten frustrados y enojados. Sin embargo, en la actualidad de vez en cuando, podemos ver a algunos adultos haciendo berrinches para con Dios. En la Biblia leemos acerca de algunos personajes con los cuales podemos identificarnos y aprender de ellos... Dios quiere hablarte.
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Nos gustaría agradecer a Fátima Meza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/soyfatimaa