¿Tentación o Prueba?

¿Cuándo algo es una tentación, y cuándo es una prueba?

La palabra griega para “prueba” y “tentación” es la misma: peirasmos, y puede llegar a ser confuso, especialmente al leer Santiago capítulo 1, que traduce esa misma palabra como “prueba” en versículo 2, y “tentación” en versículo 13.

¿Cómo podemos saber si algo es una prueba o una tentación?

Una prueba es algo que nos invita a correr a Dios, cómo describe Santiago en 1:2-3. La prueba de nuestra fe fortalece nuestra paciencia (o constancia), y eso nos lleva a la madurez. En otras palabras, la prueba saca lo mejor de nosotros. A medida que confiamos más en Dios (por ejemplo, como la fuente de sabiduría, como dice en versículo 5), nos vamos acercando a lo que Él quiere para nosotros. La tentación, en cambio, es algo que nace de nuestros deseos (v. 14), e inicia un camino que pasa por el pecado, y finalmente, la muerte. Dios es un Dios de vida, ¡no de muerte! Por eso Dios nunca nos tentará (v.13). Las dificultades o pruebas que enfrentamos en nuestro caminar, nos abre la oportunidad de apoyarnos en la gracia de Dios y de recibir las buenas dádivas que vienen de Su mano (v. 18), mientras que el deseo de rebelarnos y hacer las cosas a nuestra manera es el inicio de la tentación.

Preguntas de Reflexión

No todos respondemos igual ante las mismas tentaciones.

• ¿Qué presentación del pecado es la más atractiva para ti? ¿Por qué?
• ¿Cuáles son algunas pruebas que has estado enfrentando últimamente?
• ¿De qué manera una misma situación puede parecer tanto prueba como tentación?