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La Postura de Nuestros Corazones

DÍA 6 DE 7

RENDICIÓN

Jesús hace una declaración importante y paradójica en Mateo 10:39: “El que se aferre a su propia vida, la perderá, y el que renuncie a su propia vida por mi causa, la encontrará”. ¿Cómo es perder tu vida por su causa? ¿Cómo es posible encontrar la vida como resultado de perderla? Tú y yo solo estamos viviendo verdaderamente en la medida en que hemos entregado nuestras vidas a Jesús. La verdadera vida es eterna, está basada en el reino y es alimentada por el amor de Dios. La vida separados de Dios es fugaz y sin sentido. Es por esta razón que Salomón en Eclesiastés 1:14 dice: “Y he observado todo cuanto se hace en esta vida, y todo ello es absurdo, ¡es correr tras el viento!”.

Todos los días tenemos la oportunidad de poner nuestras vidas a los pies de Jesús en respuesta a Su gran amor para que podamos experimentar la vida abundante que solo él puede dar. Rendirse posiciona a nuestros corazones para recibir la increíble recompensa de ser completamente de Dios. Dios no forzará Sus bendiciones sobre nosotros. No forzará Su presencia ni su amor. Él nos acerca pacientemente, esperando que en respuesta a Su amor abrumador le demos nuestras vidas para que podamos experimentar todas las maravillas que él tiene para nosotros.

Humillarnos ante Dios como nuestro Rey, Creador y Sustentador es absolutamente vital para ir más profundo. El orgullo a menudo se interpone en el camino de las promesas condicionales de Dios. La Biblia es clara en Santiago 4:6: “Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes”. Promesas como: “Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”, que se encuentra en Mateo 6:33, requieren un nivel de humildad y rendición que la mayoría no está dispuesta a dar.

A menudo asociamos la humildad con la debilidad cuando, en realidad, declarar nuestra debilidad ante un Dios Todopoderoso es la única postura de fortaleza que podemos tomar. Es por esta razón que Pablo dice en 2 Corintios 11:30: “Si me veo obligado a jactarme, me jactaré de mi debilidad”. Cuando nos humillamos ante Dios y nos rendimos, nos posicionamos para recibir toda la abundancia de ayuda, poder, guía y amor que podríamos necesitar.

Dios es un océano sin fin de amor, ayuda, sanación y poder. El Espíritu Santo que mora dentro de ti anhela facultarte con todo lo que necesitas para vivir verdaderamente en la plenitud de la vida que tienes disponible para ti. Si decides entregar tu vida rindiéndote a los planes, los propósitos, la verdad y la perfecta voluntad de Dios, experimentarás una vida que no se parece a nada que haya conocido. Tómate hoy un tiempo para perder tu vida para que puedas así encontrarla en Dios. Deja a un lado todo orgullo y ambición egoísta para que puedas seguir la maravillosa y abundante vida sometido a un Padre Todopoderoso, Omnipotente, Omnipresente y totalmente Amoroso.

Guía de Oración

1. Medita en la necesidad de rendirte siguiendo completamente a Dios.

“El que se aferre a su propia vida, la perderá, y el que renuncie a su propia vida por mi causa, la encontrará” Mateo 10:39.

“Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes” Santiago 4:6.

“Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece” Mateo 5:3.

2. ¿De qué manera has estado permitiendo que el orgullo, el miedo o la ambición egoísta eviten que te rindas totalmente a Dios? ¿De qué maneras has estado buscando la gloria para ti mismo?

3. Pon tu vida a los pies de tu buen y amoroso Salvador para que puedas experimentar la plenitud de su amor, gracia y afecto por ti. Descansa a los pies de Jesús. Elige la mejor parte en lugar de gastar toda tu energía en busca de la fugaz admiración y las posesiones temporales.

“Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía. Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo: —Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude! —Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará” Lucas 10:38-42.

Escrituras

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Acerca de este Plan

La Postura de Nuestros Corazones

La bondad de Dios sobre nuestras vidas supera con creces cualquier cosa que hayamos experimentado. Solo hemos chapoteado en las aguas poco profundas del profundo amor y la misericordia de Dios. Para sumergirnos más profundamente en la plenitud de la vida disponible para nosotros, debemos aprender cómo posicionar nuestros corazones.

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Nos gustaría agradecer a First15 por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.primeros15.org/