Que No Te La Cuenten: La Verdad Detrás De La PascuaMuestra
Un milagro con evidencias
A lo largo de estos días estuvimos hablando acerca de creer por fe en lo que Jesús hizo al entregar Su vida por nosotros. La fe es tener convicción de las cosas que no pudimos ver o presenciar. Pero como Dios no deja nada de nada al azar, también nos dejó pruebas de que Jesús era y sigue siendo el Hijo de Dios y que, efectivamente, un día resucitó.
¿Por qué importa la resurrección? Pensémoslo juntos. Jesús decía ser el Hijo de Dios, afirmaba tener poder para perdonar pecados y aseguró que luego de ser entregado para morir, resucitaría. Entonces, si Jesús no hubiera resucitado, el final de Su vida habría sido en esa cruz. En ese caso, todo lo que había dicho previamente pierde credibilidad. Pero si por el contrario, sí resucitó, eso confirma que era quién decía ser. Así que acompáñanos a ver algunas evidencias históricas de la resurrección.
El punto de partida para estas evidencias es que Jesús existió. Eso no está en duda porque hay muchos documentos por fuera de la Biblia que comprueban que Jesús nació, murió alrededor del año 30 d.C y fue crucificado.
1: La tumba vacía. Está probado que el lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús esa mañana estaba vacío. Esto lo confirmaban aun los que no creían en Él. Además, nunca se encontró su cuerpo de modo que pudieran mostrarlo y decir que no había resucitado.
2. El cambio de actitud de los discípulos. Como vimos ayer, la noche en la que Jesús fue apresado, sus seguidores huyeron acobardados y hasta negaron conocerlo. ¿Cómo puede ser que de la nada estén dispuestos a robarse el cuerpo de Jesús para inventar que había resucitado? Sorprendentemente, unos días después, estos mismos discípulos tuvieron la valentía de asegurar frente a miles de personas que habían visto a Jesús resucitado, incluso cuando esto podía llevarlos a la muerte.
3: Los más de 500 testigos. Cuando se estudia un hecho histórico es importante saber cuántos testigos de la época estaban vivos al momento de ser publicada. Si la cantidad de testigos vivos era numerosa, entonces el evento es creíble. En el caso de la resurrección hay una lista de más de 500 testigos que afirmaban haber visto a Jesús resucitado.
Es bueno conocer que existen evidencias y nuestra fe no se opone a la razón. Pero nunca debemos olvidar que, en última instancia, siempre es por la fe dada por Dios que podemos abrazar el hecho de que Jesús es quién decía ser. De hecho, en la Biblia se nos dice que sin fe es imposible agradar a Dios, y esta fe implica estar convencidos de las cosas que no pudimos ver ni vemos.
Semana Santa es una excelente oportunidad para acercarnos a Dios con un corazón agradecido por lo que hizo y hace por nosotros, para meditar en todo el amor que nos tiene y el privilegio de ser llamados Sus hijos. Pero además, es una excusa para compartir con otros estas buenas noticias de Salvación.
¿Conocías estas evidencias? ¿A quién podrías compartir estos datos hoy? ¿Por quién puedes orar para que esté más cerca de Dios en esta Pascua?
Acerca de este Plan
Al terminar de escribir su libro, Juan nos cuenta que Jesús hizo tantas cosas que no entrarían ni siquiera en todos los libros del mundo. Así que como lo imaginarás, este plan de lectura de cuatro días no podría contar todos los detalles de lo que pasó en la Semana Santa de hace dos mil años. Por eso, nos detendremos en algunos momentos puntuales que seguramente ya conoces, pero esta vez, invitándote a mirarlos de una manera fresca y profunda, pensando cómo se relacionan con nosotros hoy. ¿Nos acompañas?
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Nos gustaría agradecer a LAGRAM por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/lagramoficial/