El día que me amó, más que a su vida.Muestra
Una mujer relataba su historia. Ella había tenido una hija, pero no un esposo. Cuando tuvo uno, ella vivía con culpabilidad por su pecado y no sentía que Dios la había perdonado. Mucho menos había entendido, que pese a ese error, Él estaba dispuesto a darle Su amor incondicional.
Debido a ese sentimiento de culpabilidad, ella permitió que la golpearan y la maltrataran. Un buen día entendió que era amada. Comprendió que había sido transformada y, además, ya no era juzgada por ese pecado. Supo que el amor de Dios estuvo y estaba para ella. Esa verdad le concedió libertad para levantar la cabeza y no permitir más maltratos.
Cuando entendemos que somos amados por Dios. Asimilamos también Su sacrificio en la cruz no fue en vano y que gracias a eso somos libres. El Señor nos da la oportunidad de ser Sus hijos. Es decir, tenemos una identidad en Cristo y ahí es cuando empezamos a vivir plenamente las bendiciones que Su sangre derramada nos concede.
Revisemos algunas, de las muchas bendiciones encontradas en las Escrituras:
- Hemos sido reconciliados con Dios.
- Somos redimidos.
- Somos perdonados.
- Somos amados.
- Somos hijos.
- Somos transformados.
- Somos templo del Espíritu Santo.
Meditar sobre esto:
¿Hay algún evento donde sentiste el perdón de Dios? ¿Cómo te sentiste luego de recibir estas bendiciones que provienen del sacrificio en la cruz?
Acerca de este Plan
Recordar situaciones en las que no nos castigaron por nuestras travesuras debe recordarnos el perdón que recibimos de Dios. Él nos ama tanto que hizo todo lo necesario para darnos vida y esperanza a pesar de estar muertos en nuestros pecados.
More
Nos gustaría agradecer a Centro Cristiano de Guayaquil por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.ccgye.org/