Lleno de preocupaciónMuestra

No estés ansioso

Como hijos de Dios, somos llamados, dirigidos, enseñados y exhortados a vivir de acuerdo con lo que somos y lo que el Señor ha hecho por nosotros. Vivimos de manera diferente a aquellos que no conocen a Dios. Se nos exhorta a orar, dar, ayunar, almacenar nuestro tesoro en los lugares correctos y confiar en nuestro Dios.

Nuestra confianza en Dios es posible gracias a otras distinciones. Es porque no somos un pueblo cautivo por el comportamiento de otras personas que podemos confiar en nuestro Dios. Si todo en nuestras vidas dependiera de cómo somos tratados por otros seres humanos, entonces sería imposible vivir nuestras vidas libres de ansiedad. Siempre estaríamos preocupados por cómo alguien nos trata o responde. Pero si entendemos que estamos viviendo nuestras vidas en respuesta a Dios, enfocados en la adoración, no al trato recibido de otros seres humanos, no estaremos llenos de ansiedad incluso cuando seamos perseguidos.

Nuestra vida no es dictada por lo que hace otra persona. Incluso cuando vemos desviaciones o apostasía a nuestro alrededor, proseguimos en fe. Cuando suceden cosas preocupantes en este mundo temporal, nuestros ojos están fijos en la eternidad. Entendemos de qué se trata este mundo desde el punto de vista Escritural. No nos sorprende el pecado. Tenemos nuestros ojos fijos en el mundo venidero.

Somos personas que descansamos al cuidado de Dios. En Mateo 6, nuestro Señor aborda seis veces el tema de la ansiedad en cinco versículos diferentes:

Versículo 25: «No se preocupen por su vida».

Versículo 27: «¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?».

Versículo 28: «¿Y por qué se preocupan por la ropa?».

Versículo 31: «Así que no se preocupen…».

Versículo 34: «Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes».

Para que el Señor diga esto, una y otra vez, es un tema muy importante. Entonces, la pregunta es, al escuchar a tu Salvador hablar sobre este tema, ¿obedecerás a Dios en cuestión de la preocupación? ¿Le obedecerás cuando Él te ordene que no estés ansioso?