La verdad

Cuando llegue la duda llegue a ti, aférrate a la Palabra de Dios porque en ella encontrarás todo lo que necesitas para cualquier momento, problema o necesidad que estés pasando; léela, medita en ella y ponla en práctica. Dios te ha dado al Espíritu Santo que habita en ti, y puedes tener la confianza de compartir con Él tus dudas, tus sueños y todo aquello que te preocupe. Puedes pedir sabiduría y Él te la dará, puedes pedirle revelación de Su Palabra y Él te enseñará, puedes pedirle que te ayude y Él intercederá por ti ante el Padre. No lo olvides: No estás solo, siempre está contigo, siempre te ayudará y como dice el Rey David, no serás decepcionado (Salmo 22:5). Clama y ten la confianza de que Dios no te va a dejar ni desamparar.

A través del Salmo 22, vemos cómo el Rey David se sentía. Estaba angustiado. No tenía paz. En momentos, había duda de lo que le iba a pasar. ¿No te has sentido alguna vez así, que no encuentras la salida, la solución o la respuesta, te sientes tan solo y desamparado? Pero él sabía, aún en medio de todo, que podía confiar en Dios; sabía que no estaba lejos, sabía que de Dios vendría a su ayuda. Así lo dice en el Salmo 22:19.

Sabe que, si clama, el Señor lo escucha (Salmo 22:24). Nosotros también podemos tener esa confianza de que Dios nos escucha y nos ayudará. Al meditar en Su Palabra, encontramos promesas que nos dan una nueva visión de nuestro presente y nuestro futuro, encontramos mandatos que, al obedecer, nos darán la paz, el gozo y la prosperidad; encontramos aliento, fortaleza y guía, pero sobretodo encontrarás el amor indescriptible de Dios por ti porque de eso se trata la verdad, de que puedas recibir su gran amor que no deja de ser, que no tiene límite, que no es condicional y es eterno. No tardes en buscar la verdad a través de la Biblia. Ora, pide revelación, medítala, memorízala y vívela. De esa manera, no vivirás dudando, sino creyendo y confiando. La respuesta a tus dudas es tener fe para creerle a Dios que, en medio de todo, tiene el control y sigue obrando en tu vida para bien.

Pensando en…

Dios mismo vendrá.

Dios viene con retribución, viene con gran bendición. Debes esforzarte y no temer, debes buscarle, lo debes obedecer. Dios mismo vendrá, Él te salvará.

¿Son malas tus circunstancias? ¿Estás lleno de problemas? ¿Te agobian las dudas?

Dios es más grande, más poderoso que cualquiera problema. Dios es un Dios vivo y verdadero. Todo lo usará para tu bien, todo será para bendición. Tan solo esfuérzate y no temas, sé valiente y no dudes, camina hacia adelante, no te detengas, mira a tu Salvador. No fijes tu atención en tu preocupación, mira al dador. Llegará la bendición; créelo y será.

Búscalo, no te dejará, no te desamparará. Su bendición llegará y toda duda disipará. Ten fe, confía que Dios está obrando para tu bien.

Oración

Dios mío, guíame cada día para encontrar, en Tu palabra, la verdad, para crecer en mi fe y confianza seguro que Tú estás conmigo cada momento, conociendo las promesas que tienes para mí, Tus mandamientos obedecer y recordar cada momento cuánto me amas. En el nombre de Jesús, amén.

Queremos darte las gracias, querido lector, por completar el plan devocional Dudando.

Oro por ti, y mi deseo de corazón es que haya sido de bendición para tu vida. Te invito a que lo compartas con tu familia y por las redes.

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