Derramamiento del EspírituMuestra
LA PROMESA DEL ESPÍRITU SANTO
¡No estamos solos!
Las palabras de Jesús en Juan 14:6-18, nos dejan mucho para profundizar sobre quien es el Espíritu Santo y como podemos relacionarnos con Él. Se nos presenta al Espíritu Santo como Abogado defensor. Pero a la vez, nos deja la advertencia de qué hay quienes no lo buscan y por ende no lo reconocen. Por esto, cuando aprendemos a reconocerlo, podremos ser mas efectivos al momento de buscarlo y relacionarnos con Él. Reconocer al Espíritu Santo nos habilita para recibirlo.
- Es por medio del Espíritu Santo que recibimos el Espíritu de adopción por el cual clamamos Abba Padre.
Romanos 8:15 RVR1960
15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
- Es Dios quien pone en nosotros su Espíritu. Aunque muchas veces creemos que tenemos que hacer méritos para recibir su Espíritu como si esto dependiera de nuestra acciones o capacidades, pero por el contrario, se trata de la acción del Padre sobre sus hijos.
Ezequiel 36:25-27 NTV
“»”Entonces los rociaré con agua pura y quedarán limpios. Lavaré su inmundicia y dejarán de rendir culto a ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo. Pondré mi Espíritu en ustedes para que sigan mis decretos y se aseguren de obedecer mis ordenanzas.”
La obra del Espíritu
2 Corintios 3:12-18 NVI
“Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza. No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo. Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque solo se quita en Cristo. Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón. Pero, cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.”
- Lo único que nos quita el velo que nos cegaba y puede llevarnos a una vida de transformación es la acción del Espíritu Santo en nuestro corazón. El problema es que la mayoría quieren ser parte del cambio, pero no todos están dispuestos a cambiar. Solo cuando estemos verdaderamente dispuestos a que Cristo se forme en nosotros, el Espíritu Santo podrá gobernar en cada área de nuestra vida. Ser lleno del Espíritu Santo implica soltar el control de nuestra vida y entregársela a Él.
No se trata de cuanto tenemos del espíritu Santo sino cuánto el Espíritu Santo tiene de nosotros.
Recíbelo
Lucas 11:13 NVI
Pues, si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!»
Juan 20:21-22 RVC
21 Entonces Jesús les dijo una vez más: «La paz sea con ustedes. Así como el Padre me envió, también yo los envío a ustedes.» 22 Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo.
Acerca de este Plan
No se trata de cuánto tenemos del Espíritu Santo sino cuánto el Espíritu Santo tiene de nosotros. Dios quiere derramar su Espíritu sobre todos como nunca antes, pero nosotros... ¿Estamos listos?
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Nos gustaría agradecer a Israel Chaparro por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.ctue.cl/