Perseverando en La OraciónMuestra

CUANDO ORAMOS LA BIBLIA ESTAMOS HABLANDO EL LENGUAJE DE DIOS; DE NUESTRO CORAZÓN A SU CORAZÓN.

El autor Paul Miller en su libro Orando la Biblia dice: "La meditación es el eslabón perdido entre la asimilación de la Biblia y la oración”. A veces, leemos la Biblia sin realmente comprenderla, o nos deleitamos tanto en estudiarla que olvidamos que la meditación y estudio que obtuvimos es el mensaje para orar.

Los salmos están llenos de exclamaciones de oración y petición al Señor, y en su mayoría, apuntan a lo que Dios dijo, a quién es Él y a lo que ha hecho. Todos los libros de la Biblia son material para orar al Señor, desde Génesis a Apocalipsis porque todos los libros tienen palabras de esperanza, reflexiones sobre la salvación y la necesidad de ayuda, consuelo, guía y fortaleza. Las promesas de Dios procedentes del evangelio es lenguaje de Dios para que hablemos con Él.

Es una buena noticia que no tenemos que inventarnos palabras para hablar con Dios, ¡Él ya nos ha dado palabras en la Biblia! Esto no significa que no podamos usar nuestras palabras, lo que significa es que, cuando no tengamos palabras, podemos recurrir a la Biblia. Tambié, recordemos que mientras leemos la Biblia, ella nos enseña y recuerda por medio del Espíritu Santo las palabras de Dios.

Nota que el salmo 19:14 nos dice que la meditación y la Palabra de Dios nos enseñan a adorar a Dios, a afirmarnos en su carácter y a buscar agradarlo. ¿No es esto lo que desea nuestro corazón de hijas? Cuando meditamos la Palabra de Dios, asimilamos mejor, llenamos nuestra mente de verdades y el Espíritu Santo nos va formando la perspectiva de Dios.

Ahora bien, ten cuidado en no tomar versículos fuera de contexto cuando escojas leer, meditar y luego orar. Es mejor leer todo un capítulo, o toda una carta, o todo un evangelio para comprender de qué trata el pasaje. Por eso, si no has aprendido a orar la Biblia, inicia con los salmos. El Señor te encontrará allí.

APRENDE, VIVE, LIDERA

• Aprende: ¿Qué significa orar la Biblia? ¿Por qué es importante orarla y no solo usar las palabras que vienen de nosotras?
• Vive: Hagamos un ejercicio. Lee el salmo 23:1-2. Nota de quién hablan los pasajes, qué promete Dios, qué resultado hay de su promesa y cuál debe ser nuestra respuesta a su Palabra. Luego, escribe una oración que una estas respuestas apuntando a estos pasajes. Puedes leer los versículos antes de orar, y ten por seguro que el Espíritu Santo te guiará.
• Lidera: Toma otro versículo y haz el mismo ejercicio con una amiga o hermana.

ORACIÓN

“Señor, te doy gracias por tu Palabra. Cuántas personas en el mundo son creyentes y no tienen la Biblia o la pueden leer u orar en voz alta, como lo hacía Daniel. Yo, que tengo el privilegio de hacerlo, muchas veces lo olvido. Perdóname por ello Señor, y ayúdame a cultivar esta disciplina día con día y a recordar que la lectura de la Biblia no se separa de la oración, sino que es el fundamento de ella. En Cristo, amén.