Observa, Descansa, RepiteMuestra

Te tuerces el tobillo y la otra pierna adquiere un peso adicional que te permite caminar hasta que sanes.

Se te mete algo en el ojo e instintivamente tus manos se levantan para cubrir y proteger tus ojos de más lesiones.

La temperatura de tu cerebro comienza a aumentar, por lo que se emite la señal de un gran bostezo para no solo estirar la mandíbula y aumentar el flujo sanguíneo, sino también provocar una inhalación aguda para enfriar la sangre que se dirige a tu cerebro.

Asumir un peso o carga adicional, proteger la parte lesionada para permitir la sanidad e intervenir para prevenir daños son formas esenciales en que tu cuerpo físico funciona como un todo y no solo como una serie de partes individuales.

Como nos recuerdan los versículos de hoy, el cuerpo de los creyentes funciona de la misma manera.

Recibes noticias devastadoras y tus amigos se ofrecen a quedarse contigo hasta que pase la conmoción. Ellos te sostienen mientras te recuperas.

Un compañero de clase te insulta y las sabias palabras de tus padres te brindan perspectiva y te alejan del dolor y la herida.

Tu ansiedad está aumentando y tu pastor o consejero de confianza interviene para abordar el problema y ofrecerte alivio.

Con tu cuerpo físico, las diversas partes están tan entrelazadas que el dolor de un miembro es inmediatamente sentido por todos. En una comunidad saludable, los miembros también son sensibles a las alegrías y tristezas de los demás, pero esa cercanía se basa en la decisión de cada miembro de ser auténtico e incluso vulnerable.

Nos reímos ante la idea de que nuestro ojo intente declarar la independencia o incluso ocultar una herida de nuestra mano, pero aun así somos víctimas de la tentación de aislarnos cuando las cosas van mal.

Imagina el caos si cada parte de tu cuerpo intentara ocultar su dolor o negar su dependencia del resto del cuerpo.

Tu cuerpo está en su estado más fuerte, más eficiente y más saludable cuando cada parte celebra sus características y funciones únicas, incluso cuando reconoce su valor como parte del todo.

¿Es de extrañar que estés más saludable cuando eliges intencionalmente confiar en quienes te rodean para que te apoyen, protejan y defiendan, incluso cuando intentas hacer lo mismo por ellos?

Fuiste creado para relacionarte, y es dentro de la interdependencia de la comunidad que estás perfectamente posicionado para ser el más creativo, extraordinario y contribuyente posible.

Responde estas preguntas:

• ¿Has tenido momentos en los que asignas un valor relativo a quienes te rodean o incluso a ti mismo, basado en la personalidad, antecedentes o incluso las experiencias? ¿Lo que has leído ha cambiado tu opinión? ¿Si es así, cómo?
• ¿De qué manera crees que ser honesto acerca de tus luchas o miedos crea o incluso fortalece la comunidad?
• Hoy, ¿a quién puedes acudir en busca de apoyo? ¿A quién puedes ofrecer apoyo?