ViviéndoloMuestra
Así como podemos tener un parecido físico con nuestra familia humana, ser parte de la familia espiritual de Dios significa que debemos comenzar a parecernos a Él en la forma en que vivimos y amamos a los demás. Es parte de lo que fuimos creados para ser y parte de lo que somos como sus hijos.
Filipenses 2:5-11 nos dice que debemos tener la misma actitud y mentalidad de Jesús. Esto significa que, como Jesús, debemos ser humildes y obedientes, siempre dispuestos a compartir el amor de Dios con los demás.
Pero no podemos hacer esto solos: es solo el poder del Espíritu Santo que puede transformar cada parte de nosotros para reflejar esta nueva identidad. Con el tiempo, nuestros pensamientos, actitudes y comportamientos deberían empezar a parecerse cada vez más a Jesús.
Mientras caminamos con Jesús, empoderados por el Espíritu Santo, experimentamos la verdadera libertad: somos libres para vivir como hijos valiosos y amados de Dios, hechos a Su imagen para reflejar Su amor al mundo.
- Considera:
- ¿Cómo se relaciona nuestro comportamiento con nuestra creencia?
- Si alguien está actuando sin amor, ¿qué dice esto acerca de su relación con Dios?
Reflexiona:
Mientras lees las Escrituras, reflexiona sobre algunas de las características de Jesús que debemos imitar. ¿Cuáles te parecen más desafiantes? Pídele al Espíritu Santo que te transforme en esas áreas y busca oportunidades para practicar esa nueva actitud o comportamiento.
Acerca de este Plan
De los mayores retos que enfrentamos como cristianos es reflejar a Jesús en nuestra vida práctica día a día. Con este plan queremos motivarte a que te esfuerces en crecer en las disciplinas espirituales y que te apoyes en Dios, Jesús y el Espíritu Santo para lograrlo.
More
Nos gustaría agradecer a OneHope.net por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://avivemos.net