Jesús transformaMuestra

Hay claridad en nuestra vida y no hay más ansiedad

Hay paz cuando nos postramos a los pies de Cristo. Vemos la historia de Marta y María; ya todos conocemos la afanosa Marta, pero vamos a ver lo de María. Vemos el aspecto de estar ocupados, distraernos porque a veces el afán es eso mismo. No queremos enfrentar situaciones, por eso, buscamos cosas que hacer. Como Marta, muchos de nosotros siempre queremos brindar lo mejor a las personas de nuestro tiempo, cuando nos visitan, etc. Pero, a veces, lo que tenemos que estar es presente. Cuando tenemos un encuentro con Jesús, Él transforma ese aspecto en nuestra vida. Por más cosas que tenemos que hacer estando en Su presencia, elimina todo ansiedad, preocupación y nos volvemos como María. A los pies de Jesús, encontramos dirección, amor, seguridad, protección y amor. Ella eligió lo mejor.

Nos libera

Hubo un niño endemoniado (Lucas 8:26-39) y no por uno, sino por muchos espíritus inmundos. Los demonios fueron lanzados a los cerdos, y cuando llega Jesús, todo en Su caminar es transformado. Una vez que la luz llega a nuestra vida, que es Jesús, todo aquello que no es de Su agradado o todo aquello que está limitando nuestra cercanía a Jesús tiene que huir. Por eso es que, muchas veces estamos en una constante lucha en poder tener una relación plena con Jesús, porque hay algo que nos bloquea. Cuando uno se topa con la luz de Jesús, grita para ser liberado y Jesús, con una sola palabra, puede librarnos; así como eso espíritus salieron. Jesús puede liberarte.