Contesta Al Llamado De LiderazgoMuestra

Día 2 – Las dos posturas frente al llamado – Parte 1

El día de ayer, aprendimos que nosotros tenemos un llamado y que llegará el tiempo para responder a ese llamado. Responder al llamado es un reto para valientes, así que tú tienes la decisión de tomar esa valentía o dejar que tus inseguridades te roben la bendición de tomar tu llamado. El día de hoy, estudiaremos a uno de dos personajes que tomaron dos decisiones totalmente opuestas a la hora de ser llamados por Dios, para levantarse como líderes en su generación.

Iniciaremos estudiando al rey Saúl. Esto es lo que la Biblia menciona sobre Saúl cuando Dios lo escogió a él como el primer rey de Israel:

1 Samuel 9:2

“Y tenía él un hijo que se llamaba Saúl, joven y hermoso. Entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo.”

Se nos menciona que Saúl era un joven alto y hermoso, lleno de virtudes y de liderazgo, ya que aunque no se mencionan concretamente, podemos estar seguros de que Dios no iba a escoger a cualquier hombre para ser líder de su nación escogida. Seguramente Saúl tenía muchos dones y talentos que junto con su físico, debieron haberlo equipado con la seguridad, autoestima y habilidades necesarias para ser un buen líder. Sin embargo, Saúl no se veía a sí mismo como un gran hombre. Tan solo unos versículos más adelante vemos que él dice de sí mismo lo siguiente

“¿No soy yo hijo de Benjamín, de la más pequeña de las tribus de Israel? Y mi familia ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín?” (1 Samuel 9:21)

Saúl pensaba que él no era una persona de valor, pensaba que él era una persona insignificante. Mientras que Dios veía a Saúl como “El hombre más alto de todo Israel”, él se veía a sí mismo como “El más pequeño de todo Israel”.

La Biblia está llena de principios y uno de ellos es “Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Proverbios 23:7) en otras palabras: Somos lo que creemos de nosotros mismos.

Y Saúl lamentablemente no se veía como un líder. Más adelante cuando Saúl fue levantado como rey, la Biblia nos muestra su reacción al llamado:

“Y le buscaron, pero no fue hallado. 22 Preguntaron, pues, otra vez a Jehová si aún no había venido allí aquel varón. Y respondió Jehová: He aquí que él está escondido entre el bagaje.” (1 Samuel 10:21-22)

Saúl se escondió, no se presentó el día que fue levantado como rey de Israel. Esa actitud que tuvo Saúl en el comienzo de su reinado, persistió de diferentes maneras hasta que en un momento de confrontación, no pudo asumir responsabilidad y se le fue destituido del trono.