Contesta Al Llamado De LiderazgoMuestra

Día 3 – Las dos posturas frente al llamado – Parte 2

Ahora analizaremos la postura de un hombre valiente y esforzado que, aunque ante los ojos de los hombres no era la mejor opción de líder, Dios vio su potencial y lo transformó en uno de los líderes más importantes de Israel.

Analicemos el momento en el que Moisés fue llamado por Dios para liderar el pueblo de Israel y sacarlo de Egipto:

1. En Éxodo 3:11, Moisés dice "¿Quién soy yo para ir con el Faraón?", dejándonos ver que no tenía buena autoestima.

2. En Éxodo 4:1, Moisés nos deja ver que él creía que nadie le haría caso.

3. Y en Éxodo 4:10, podemos ver que Moisés tenía una inseguridad debido a que él era tartamudo y creía que eso era una limitante. Sin embargo, vemos que Dios le responde lo siguiente:

“¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? 12 Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.” (Éxodo 4:11)

Aquí podemos encontrar un principio poderoso: Dios no llama al capacitado, sino que capacita al que llama. Probablemente hoy no te sientas capacitado, al igual que Moisés, para atender al llamado que Dios te está dando. Sin embargo, no debes tener miedo porque Dios está contigo y Él ha prometido continuar a tu lado.

Moisés decidió creerle a Dios a pesar de sus inseguridades y limitantes. Esto lo catapultó como uno de los lideres más importantes y uno de los héroes más recordados de Israel.

Hoy quiero preguntarte ¿Cómo vas a responder al llamado? ¿Vas a responder cobardemente como lo hizo Saul y te vas a esconder evadiendo el llamado? o ¿Vas a responder valientemente como lo hizo Moisés a pesar de sus inseguridades y limitantes? Ciertamente el llamado llegará, si no es que ya llegó a tu vida.

Puede que el llamado se vea como un reto gigante, sin embargo, Dios ya nos ha capacitado con los dones, talentos y herramientas necesarias para atender al propósito que se nos es encomendado.

Espero este devocional haya sido de edificación para tu vida. Oro para que Dios te use poderosamente en esta generación. ¡Te bendigo en el nombre de Jesús!