Esperemos en DiosMuestra

Cosechar las recompensas

Dios está obrando a su favor, aunque los planes que Él tiene para usted tomen tiempo. Mi oración es que usted aprenda a esperar con ilusión la respuesta del Señor, sin importar cuánto tiempo tome, y a hacerlo con fe, paciencia y alegría. Usted ha invertido tanto tiempo, energía, oración y confianza esperando en Él, que sería una pena que abandonara su esperanza ahora... en especial cuando está al borde de la bendición y cuando su respuesta para usted está más cerca que nunca. Así que ¡nunca se rinda!

Tenga la seguridad de que Dios está disponiendo las circunstancias de su vida de manera activa, poderosa, sabia y amorosa. Aunque su labor puede no ser clara para usted, el Señor le está acercando más a Él, refinando su carácter, enseñándole sus caminos y cumpliendo sus promesas.

Primera a los Corintios 2.9, 10 enseña: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. En otras palabras, es posible que usted no sea capaz de imaginar todo lo que el Padre está haciendo en y a través de los días, meses y años que usted ha estado buscándole, pero le aseguro que es del todo maravilloso. Y si espera en el Señor con perseverancia expectante, dirigiendo su enfoque hacia Él, buscando su voluntad por medio de la lectura de las Sagradas Escrituras y en oración, aferrándose con firmeza a sus promesas y enfrentando con valentía la adversidad con fe, sin duda verá el fruto de su obediencia.

Mientras espera, puede hacer lo siguiente:

1. Humíllese ante el Señor y enfóquese en Él en vez de hacerlo en su deseo.
2. Permanezca obediente a la voluntad de Dios.
3. Tenga fe en que el Padre Celestial hará lo que ha prometido.
4. Y, por último, sea valiente.

Comenzamos este plan con una lista de los “nunca”. Sin embargo, mi oración por usted es que, después de la lectura devocional de cada día, haya sido animado y haya descubierto principios y verdades bíblicas que le fortalecerán cada vez que el Padre Celestial parezca demorarse y la razón humana le diga que se rinda.

Usted puede soportar expectante con el gozo de saber que Dios nunca le defraudará. Puede mantener la esperanza incluso cuando los nunca de la vida le bombardeen, dándose cuenta de que es al Señor a quien en realidad espera, y Él se preocupa de una manera perfecta por todo lo que le concierne a usted. Puede confiar en que el Padre celestial le guiará, y saber con absoluta certeza que Él tiene en mente lo mejor para usted.

Desde el Día 1 de este plan de lectura, espero que vea que hemos recorrido un largo camino desde los nunca. Con eso en mente, quiero terminar con un tema mucho más optimista: unas palabras que deseo que recuerde cuando espere en el Señor; una palabra que se aplica a su carácter maravilloso e infalible; y una palabra que describe de una manera hermosa cuán comprometido está Él con usted y con su bienestar.

Siempre.

Como creyente...

Dios siempre estará con usted.

Siempre le amará.

Siempre perdonará sus pecados.

Siempre le escuchará.

Siempre le consolará.

Siempre proveerá para usted.

Siempre le recordará.

Siempre obrará a su favor.

Siempre le guiará con amor, poder y sabiduría.

Siempre bendecirá su obediencia a Él.

Siempre le cumplirá sus promesas.

Siempre contestará sus oraciones.

Y cuando espere en el Señor, puede saber con certeza que lo mejor está por venir...

Siempre.

Para leer más planes de lectura como este, visite encontacto.org/planes-de-lectura