[Descubre los tesoros del Salmo 23] La casa del SeñorMuestra

Bondad y amor leal

En el Gran Pastor, estoy completo; en el Gran Pastor, estoy en paz; en el Gran Pastor, estoy restaurado y hecho justo; en el Gran Pastor, no estoy solo; en el Gran Pastor, soy bendecido en abundancia. Estas afirmaciones temáticas de los cinco primeros versículos de este maravilloso Salmo expresan lo que el Pastor ha hecho por David. En el versículo 6, David concluye su canto de alabanza por los asombrosos cuidados del Gran Pastor.

El Salmo 23:6a dice: «Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida». Como escribió David en este último versículo, puedes estar tranquilo y seguro de que la bondad y el amor leal de Dios (que es la traducción de la palabra hebrea hessed ) te seguirán todos los días de tu vida. ¡Qué gran declaración de fe la de David! Lo dice en un momento difícil de su vida, mientras se esconde en una cueva de sus enemigos, de quienes lo persiguen. Sin embargo, el enfoque de David ha cambiado; ya no ve a sus enemigos persiguiéndole, sino la bondad y el amor leal de Dios.

¿Ha habido algún momento en tu vida en el que te hayas enfrentado a dificultades y tiempos difíciles, pero hayas podido ver la bondad y el amor leal de Dios en medio de todo? Si crees de verdad en su bondad y misericordia, entonces sabrás que no hay dificultad, problema o desastre que Dios no pueda convertir para tu bien, porque Él es un Dios bueno.

W. Phillip Keller, autor de A Shepherd Looks at Psalm 23 (Un Pastor mira de cerca el Salmo 23), escribió: «Le amo porque Él me amó primero. Su bondad, misericordia y compasión hacia mí son nuevas cada día. Y mi seguridad se aloja en estos aspectos de su carácter. Mi confianza está en su amor por mí como algo suyo. Mi serenidad se basa en una confianza implícita e inquebrantable, en su capacidad para hacer lo correcto, lo mejor en cualquier situación. Éste es para mí el retrato supremo de mi Pastor».

Cuando David escribió sobre la bondad y el amor leal del Señor, era porque lo había experimentado en su vida una y otra vez. Hay un aspecto transformador en el amor de Jesucristo que nos persigue vigorosamente.

¿Crees que el Señor te persigue con su bondad amorosa? ¿Cómo podría esta creencia transformar tus respuestas o incluso tu vida?

Piensa en la cantidad de veces que la bondad y el amor leal de Dios aparecieron en momentos de angustia, dificultad o lucha.