Lo que cuesta entenderEjemplo

Hay cargas que son importantes soltarlas y muchas de ellas son innecesarias. Algo que siempre voy a hablar es sobre el tema del perdón, ya que es muy necesario tratarlo, porque de ahí se desprenden muchas raíces. Muchas de ellas pueden provocar emociones que no te permiten ver la gloria de Dios, y la falta de perdón es una raíz que te puede llevar por caminos equivocados.

Perdónate a ti mismo, si en algún momento te alejaste de Dios. Perdónate por las decisiones equivocadas que, por falta de la presencia de Dios, has tomado. Perdónate por acciones y actitudes que no reflejaron a Dios en tu corazón. Si el Padre no te condena, ¿por qué lo haces contigo mismo? Permítete vivir y amar a Dios desde la libertad que Él te otorga, no desde la culpa.

Cuando me perdoné por haber decidido depender emocionalmente de personas y decidí depender de Dios, entendí que la dependencia en Él nunca será mala, porque Dios no falla. Así que, estaré en Él segura, porque Él me guarda; y no permitirá que yo resbale.

Si tu carga son personas o vivencias que debas soltarlas, hazlo. Muchos de ellos son causantes de nuestros vacíos emocionales; al igual que tú y yo se equivocan. Sin embargo, el proceso que estamos pasando o ya pasó, ha sido gracias a esas experiencias dolorosas en la que Dios pudo usarlas para glorificarse, y una vez más, mostrarnos que de lo vil y menospreciado, Él puede transformar lo malo en milagros y bendiciones.

Porque cuando tú cuentes tu testimonio de salvación, no lo contarás con tristeza o melancolía, al contrario, lo contarás con gozo porque Dios ha tenido misericordia de ti. Él primero te perdonó, te hizo pasar por fuego, pero te dio la victoria; somos su milagro.

Te invito a hacer esta oración conmigo:

"Gracias, Padre, por mi proceso. Ahora, entiendo MEJOR tus planes para mi vida. Me perdono, y perdono a todo aquel que me desorientó. Quiero depender completamente de ti, quiero que tú seas mi primer amor. Gracias por mostrarme que nunca me abandonaste, que en el proceso donde no te sentía, tú estabas ahí. Ahora veo que siempre estuve de tu mano. Tu misericordia me ALCANZÓ. Permíteme vivir en tu presencia todos los días de mi vida, no quiero ni un segundo separarme de ti. Que tu gracia y tu favor me acompañen siempre, amén".