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Contagio espiritual (2) DorcasMuestra

Contagio espiritual (2) Dorcas

DÍA 3 DE 3

En Jope, Pedro no tuvo pudor en anunciar el mismo mensaje. “Tabita, levántate” (Hechos 9:40).

Y hoy el Señor nos transmite el mismo mensaje para nosotras. Quizás no estemos padeciendo una enfermedad como en el caso de Eneas, pero sí necesitamos levantarnos de un pozo de depresión, de la falta de ganas de seguir luchando por la vida, de la desazón que provoca la ausencia de resultados a corto plazo.

Contagio espiritual

El diablo no quiere que usted se levante, porque sabe que cuando eso ocurre, un gran ejército compuesto por hombres y mujeres de Dios se levanta detrás suyo. Eso es lo que yo llamo “contagio espiritual”. Usted no está sola. De hecho, hay muchos a su alrededor que están atentos al siguiente paso que usted dé. Si lo hace por fe, muchos se levantarán junto a usted. Pero en caso de que no lo haga, muchos se desvanecerán en su fe, y retrocederán.

En este sentido, me interesa mucho el personaje de Pedro en el mar de Tiberíades. ¿Recuerda? Luego de haber vivido experiencias sobrenaturales en compañía de Jesús, tomó una pésima decisión, y dio un paso en falso, pues dijo:

“Me voy a pescar” (Juan 21:3).

Pedro no era cualquiera. Era el discípulo preferido de Jesús. En momentos cumbres como la transfiguración, la resurrección de la hija de Jairo, y en el monte de Getsemaní, Pedro fue uno de los discípulos, junto a Jacobo y Juan, que estuvo presente.

Es por eso que las palabras de Pedro tenían un peso significativo en el círculo de los primeros seguidores de Jesús. Que Pedro diga “me voy a pescar” en un momento tan crucial denota una irresponsabilidad tremenda, porque eso rebaja el ánimo de los demás discípulos, contagia frustración, y sobretodo, influye a que otros tomen una decisión equivocada como la de dejar todo atrás, y volver a la vieja vida, pues dijeron:

“Nos vamos contigo” (Juan 21:3).

En lugar de animar, motivar y darle para adelante: diciendo: “¡Vamos! ¡Jesús prometió que resucitaría al tercer día!” se desanimó, se dejó llevar por la frustración, y como si esto fuera poco, condujo a otros a un camino de perdición. ¡Salió del chat grupal sin previo aviso! ¿Vio cómo contagia todo lo que hacemos?

Usted es una modelo a seguir

En algún momento, leí un artículo acerca de cómo se inicia un movimiento. Básicamente, lo que dice es que primeramente se necesita una persona con convicción que vendría a ser el líder. El siguiente elemento es otra persona que cumpla el papel de discípulo que imita a su líder. Entonces como consecuencia, otros se contagian y se suman a la onda expansiva, y es ahí cuando produce un movimiento en nuestra sociedad.

El autor da el ejemplo de una persona que empieza a bailar en medio de un parque. A nadie le interesa. Es más, parece solitario y hasta ridículo. Pero de pronto, aparece en escena una persona que imita los movimientos corporales de su líder. La gente sigue pasando de largo. Algunos observan de lejos tímidamente, mientras que otros se burlan de lo que acontece.

Pero minutos después, 2 o 3 personas se suman, y empiezan a bailar al compás de los pasos del líder aun cuando no hay ni siquiera una música de fondo. No pasa mucho tiempo hasta ver a una multitud bailando. Según el autor, la clave está en esta segunda persona, es decir, el discípulo que es el primero en imitar a su líder. Dice que es lo que más cuesta. Pero una vez que lo logra, todos siguen sus pasos.

Muchos creyeron en el Señor

¿Cuál es el resultado de este contagio espiritual? Cuando Pedro dijo: “Levántate” (Hechos 9:34) a Eneas, el paralítico se levantó al instante, y cuando dijo: “Levántate” (Hechos 9:40) a Dorcas, la mujer abrió los ojos y se incorporó, porque hay poder en la Palabra de Dios.

No obstante, la historia no termina allí. ¿Se acuerda de la historia de la persona que empieza a bailar en medio de un parque? Un movimiento se origina con una sola persona, pero culmina siendo una multitud. ¡No descansemos hasta que todo oído oiga el mensaje del evangelio, que todo ojo vea la gloria de Dios, que toda rodilla se doble ante el trono del Todopoderoso, y que toda lengua confiese que Jesús es el Señor para la gloria de nuestro Padre celestial!

Esto es justamente lo que sucedió en Lida y en Jope. Lea estas porciones con atención.

“Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor” (Hechos 9:35).

“La noticia se difundió por todo Jope, y muchos creyeron en el Señor” (Hechos 9:42).

Basta con una sola persona que contagie, pues es a través de ella que la atmósfera espiritual cambia por el poder de Dios, y el Espíritu Santo se mueve a su favor. Por lo tanto, “levántate” (Hechos 9:34, 40).

“Levántate entre los muertos, y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14).

Día 2

Acerca de este Plan

Contagio espiritual (2) Dorcas

Dorcas, una discípula de buenas obras, contagió a todo su alrededor con el mensaje del Evangelio. Luego de este plan junto a la pastora Sonia Shim, usted se convertirá en la Dorcas de esta generación.

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Nos gustaría agradecer a La mujer influencer por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://libreriapeniel.com/producto/contagio-espiritual/