Contagio espiritual (1) JuniasMuestra

Todos sabemos que Romanos es una carta que escribió el Apóstol Pablo aproximadamente en el año 57 d.C. con el objetivo de dar a conocer su intención de visitar Roma en algún momento, enfatizar algunas doctrinas como la salvación por fe, y pedir la unidad entre cristianos judíos y gentiles.

Llama la atención que de los 16 capítulos que constituyen esta carta, el judío nacido en Tarso de Cilicia y criado bajo la tutela de Gamaliel, haya dedicado todo un capítulo entero solamente para enviar sus saludos y expresar su cariño. Si bien la salutación es un denominador común en las epístolas paulinas, Romanos se destaca por su extensa lista, pues hay al menos 26 nombres, de los cuales 7 pertenecen al sexo femenino. Es más, a Junias se la menciona como “destacada entre los apóstoles” (Romanos 16:7).

Es interesante leer algunos artículos que han tratado el tema, y la conclusión es que debido a que en la época medieval no se podía concebir la idea de que en la lista de apóstoles haya habido mujeres, le agregaron una ‘s’ a la versión original para que Junia, que no es más que la versión latina de Johana (Juana en español), se convierta en Junias o Junías, un apóstol supuestamente varón. Otros argumentan que la mala interpretación se originó a partir de una simple tilde. Pero lo cierto es que la idea de que Junias era un hombre ha estado presente en gran parte la historia del cristianismo, y la reforma protestante tampoco ha mostrado su preocupación para corregir semejante error. Pero esto no siempre fue así. Juan Crisóstomo, entre otros, aceptaba ampliamente que Junias era una mujer apóstol.

En conclusión, Junias era junto a Andrónico, pariente y compañera de cárcel del Apóstol Pablo. Como he dicho anteriormente, el nombre Junias viene a ser una versión latina de Juana, por lo cual algunos piensan que era gentil. Sin embargo, el término siggenes significa “de mi sangre” o “paisano”, por lo que podemos decir que era una judía que vivía en Roma, que era destacada entre los apóstoles, y convertida a Cristo incluso antes que el Apóstol Pablo.

Mujer, salga de su escondite

Alguna vez, leí un artículo muy interesante acerca de los dibujos animados de Disney. La hipótesis de quien escribía era que esas caricaturas enseñaban a las niñas a crecer como seres dependientes del sexo masculino, y en cierto grado, le doy la razón. Según la autora, la Cenicienta es rescatada por un príncipe de su condición de maltrato familiar. La Bella durmiente al igual que Blancanieves vuelve a la vida luego de un beso que le da un príncipe. La Sirenita abandona a su familia y busca la felicidad en un príncipe varón. ¿Ve que existe un hilo conductor? Son distintos personajes, pero un mismo mensaje.

Mujer, salga de su escondite ya. Usted y yo hemos sido llamadas a contagiar espiritualmente a otras mujeres para que se levanten en el nombre de Jesús, e influencien con el mensaje del Evangelio en medio de un mundo caído, corrupto y machista. La imagen de la mujer será cambiada gracias a su aporte, generosidad y tenacidad. No se quede en el molde. No se conforme con lo poco. Dios tiene más para darle.

Así como Junias hace 2 mil años atrás, usted está en una lista selecta de Dios. Se dice que en círculos académicos, a Junias se la conoce como la apóstol perdida (The Lost Apostle) del testimonio cristiano, y en este tiempo, Dios trae a memoria a esta mujer porque no quiere perderla de nuevo, y quiere recuperarla para su reino. Usted puede ser una destacada líder entre los más usados por Dios en esta generación si tan solo decide salir del anonimato. Hay un mundo que espera las manifestaciones de los hijos de Dios, y las mujeres somos parte de ese gran ejército del cielo.

¡Usted es la Junias de esta generación!