¿Cómo orar?Muestra

La voluntad del Padre

Es sumamente importante elevar nuestras oraciones de acuerdo con la voluntad del Padre, tal como Jesús nos lo enseñó a través de Sus enseñanzas, oraciones y estilo de vida. Todo lo que hacía, enseñaba y pedía era con el propósito de que la voluntad del Padre se cumpliera en Él y a través de Él.

En 1 Juan 5:14, se nos dice: "Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos algo conforme a su voluntad, Él nos oye". ¿Significa esto que hay oraciones que Dios no escucha? En efecto, así es. La Palabra es clara al afirmarlo en el pasaje anterior. Esto es relevante porque algunas personas enseñan una doctrina errónea en la que aseguran que Dios siempre escucha y concede lo que piden, ignorando la soberanía del Padre. Esta soberanía implica que Dios no satisface demandas ni caprichos.

Para tener una vida de oración saludable, primero debemos examinar la Palabra para determinar si lo que estamos pidiendo es conforme a la voluntad de Dios. Segundo, debemos cumplir con los requisitos que se nos exigen. Y, por último, debemos pedir al Padre que, a través de Su Santo Espíritu, nos ayude a pedir de manera adecuada, recordando lo que dice Romanos 8:26: "Y de igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué pedir como conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles". Oremos:

Padre bueno, te agradecemos por tu Palabra, porque a través de ella nos enseñas cómo dirigir nuestras peticiones en la oración. Te agradecemos por mostrarnos lo que es agradable a tus ojos y por advertirnos sobre lo que no es conveniente. Damos gracias por tu Santo Espíritu, que nos ayuda a orar según tu voluntad; y por Jesucristo, quien intercede por nosotros. En el poderoso nombre de Jesús, te pedimos que nos ayudes a crecer en el conocimiento de tu Palabra, para que nuestras oraciones sean escuchadas por ti y recibamos las respuestas que necesitamos en todas las áreas de nuestra vida. Ayúdanos a ser mansos y humildes, y a reconocer si lo que nuestro corazón desea no está alineado con tus planes y propósitos, para que podamos humillarnos delante de ti en todo momento. Amén.