Todo en Todas PartesMuestra

Pedir ayuda no resulta natural para casi... nadie. Ya sea porque no queremos ser una carga o porque nos da vergüenza que la gente se entere de que no estamos bien, el resultado es que nos quedamos con mucho estrés, lo que solo hace que aumente. Pero, ¿y si una de las principales maneras que tiene Dios de darnos fuerza en medio de nuestras circunstancias estresantes es, en realidad, a través de los demás?

Intenta enviar mensajes de texto a dos personas antes de terminar este devocional. Primero, envíale un mensaje de texto a un amigo de confianza o al líder de un grupo pequeño sobre una circunstancia estresante que estés atravesando, y pregúntale si estaría dispuesto a orar por ti. En segundo lugar, envíale un mensaje de texto alentador a otra persona, sin importar si sabes que está agobiada o no. Cuando aceptar la ayuda y ayudar a los demás se convierte en un hábito, el estrés pierde.