Bienvenido Al VecindarioMuestra

¿Alguna vez has pensado que las palabras libertad y Jesús van juntas? Para muchas personas, seguir a Jesús puede parecer lo opuesto a la libertad, como si se tratara de un montón de normas y reglamentos estrictos. Pero a menudo, lo que parece una falta de libertad, es en definitiva la puerta de entrada a la mayor y mejor clase de libertad. Los mandamientos que Jesús nos da no son para quitarnos algo, sino para darnos aquello para lo que fuimos hechos realmente, para vivir según el diseño que Dios tiene para nosotros. Recuerda, lo que aquí y ahora puede parecer una pérdida de libertad, puede ser una invitación a una mayor libertad más adelante. Porque eso es lo que Dios tiene pensado para nosotros: el largo plazo.

Todas esas reglas para la vida son solo advertencias que nos mantienen en el camino hacia la mejor vida posible. En la carretera, deshacerse de las advertencias no me hace más libre, sólo hace que conducir sea más peligroso. La libertad es conducir con confianza en la dirección correcta.

¿Hay algo en seguir a Jesús que parezca una regla estricta? ¿Qué podría ser una advertencia que te conduzca a una mayor libertad más adelante? Hoy, escribe tres maneras en las que puedes encontrar la verdadera libertad siguiendo a Jesús.