Elevar - Subiendo los estándares de las conversaciones sobre el consentimiento Ejemplo

A veces, pedir ayuda puede resultar difícil. Admitir que no podemos hacerlo todo nos hace sentir vulnerables, y esa vulnerabilidad puede sentirse como una derrota. Por eso no pedimos ayuda cuando tenemos dificultades y en su lugar sufrimos en silencio. Pero ésta no es la única opción que tenemos.

El escritor de Hebreos nos mostró un camino mejor en este versículo pidiéndonos que oremos. Pedirle a otras personas que oren por ti en momentos de necesidad es una excelente manera no solo de invitar a alguien a participar en lo que estás luchando, sino también de tener a alguien que te anime hacia lo mejor de Dios y a seguir adelante cuando las cosas sean difíciles. Jamás estuviste destinado a atravesar estas cosas solo. ¿Hay aspectos de tu vida en los que tengas dificultades? No te lo guardes para ti; pide ayuda.

Esta semana, acude a un amigo de confianza, a un líder de grupo pequeño o a un adulto allegado a ti y pídeles que oren por este aspecto específico de tu vida.