El camino hacia la integridadMuestra

"Adoptado los valores correctos"

Las epístolas pastorales de Pablo proveen un amplio material de tales valores y virtudes. En 1 Timoteo 3:1­13 y Tito 1:6­9 se encuentran por lo menos veinte condiciones que deben servir como ejemplo para evaluar al liderazgo. En 1 Timoteo 4:12, Pablo le recuerda a Timoteo los valores de los cuales debe ser modelo en la congregación si desea ser respetado: "...sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza" (1 Timoteo 4:12). Añade además otra lista de valores que un líder debe abrazar: "Mas tú, oh hombre de Dios...sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre" (1 Timoteo 6:11). Y en 2 Timoteo 2 agrega por lo menos otras siete cualidades ministeriales: Como maestro (2:2); como soldado (2:3, 4); como atleta (2:5); como labrador (2:6); como trabajador (2:15); como vaso (2:20, 21); y como siervo (2:24­26). En este tiempo cuando la imagen, la reputación y la búsqueda por la popularidad son como trampas que acechan al ministro, sólo una vida disciplinada y dispuesta a adoptar los valores de Dios será el camino que nos permita llegar a la meta.

Y para poder adoptar dichos valores y virtudes, es importante cultivar una vida espiritual. Como líder cristiano se debe desarrollar una relación personal creciente con Jesucristo. Aunque tengamos muchas ocupaciones debemos apartar tiempo a diario con Dios. Si lo hacemos de nuestro ser interior correrán ríos de agua viva.