Cómo ser libres de la inseguridadMuestra
“¿Dónde encuentras tu identidad?”
Nuestra identidad es lo que entendemos que somos en lo más profundo de nuestro interior. Es nuestra esencia o lo que queremos creer (y queremos que otros crean) que es nuestra esencia, incluso si en verdad no lo somos.
¿De dónde proviene la percepción de nuestra propia identidad? He aquí la pregunta crucial y el meollo del problema. Nuestra respuesta a esa pregunta define si un día vamos a liberarnos de la inseguridad o no.
No es una respuesta fundamentalmente intelectual. Todos sabemos que podemos “saber” la respuesta correcta, pero sin saberla. Contestamos esa pregunta desde el corazón porque nuestra identidad está ligada a lo que en verdad amamos, lo que queremos de veras, lo que creemos que ciertamente nos ofrece esperanza. O sea, siempre hallamos nuestra identidad en nuestro “dios”.
Nuestro dios puede ser o no el dios de nuestro credo. Es posible decir que nuestro dios es el Señor y que no sea verdad (Lucas 6:46; Isaías 29:13). Nuestro dios es la persona o entidad que creemos que tiene la mayor autoridad para determinar quiénes somos, por qué estamos aquí, qué debemos hacer y cuánto valemos. Nuestro dios es aquello que no podemos evitar buscar y seguir, porque creemos que sus promesas nos brindan la mayor felicidad.
Nuestra identidad es lo que entendemos que somos en lo más profundo de nuestro interior. Es nuestra esencia o lo que queremos creer (y queremos que otros crean) que es nuestra esencia, incluso si en verdad no lo somos.
¿De dónde proviene la percepción de nuestra propia identidad? He aquí la pregunta crucial y el meollo del problema. Nuestra respuesta a esa pregunta define si un día vamos a liberarnos de la inseguridad o no.
No es una respuesta fundamentalmente intelectual. Todos sabemos que podemos “saber” la respuesta correcta, pero sin saberla. Contestamos esa pregunta desde el corazón porque nuestra identidad está ligada a lo que en verdad amamos, lo que queremos de veras, lo que creemos que ciertamente nos ofrece esperanza. O sea, siempre hallamos nuestra identidad en nuestro “dios”.
Nuestro dios puede ser o no el dios de nuestro credo. Es posible decir que nuestro dios es el Señor y que no sea verdad (Lucas 6:46; Isaías 29:13). Nuestro dios es la persona o entidad que creemos que tiene la mayor autoridad para determinar quiénes somos, por qué estamos aquí, qué debemos hacer y cuánto valemos. Nuestro dios es aquello que no podemos evitar buscar y seguir, porque creemos que sus promesas nos brindan la mayor felicidad.
Acerca de este Plan
Cuando las personas son inseguras se pueden expresar de maneras muy diferentes según su temperamento, valores y costumbres condicionadas, que con frecuencia están moldeados por experiencias del pasado. A una persona, la inseguridad la impulsa a evitar a toda costa llamar la atención; a otra, a exigir tanta atención como sea posible. Todos estamos familiarizados con la inseguridad, pero ¿qué nos hace sentir así y cómo nos liberamos de ella?
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Nos gustaría agradecer a Jon Bloom, redactor para desiringGod.org, en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.desiringGod.org y www.elcentronetwork.com