Cartas Del Amado Para Ti. Edición: Mujer InquebrantableMuestra

Formado en la oscuridad como el diamante.

Así como un bebé es formado en la oscuridad, así estoy formando grandes cosas contigo. Nadie las ve, son cosas que nadie puede imaginar, las personas pueden dar características, pero tal vez no aciertan porque no conocen los detalles que he puesto dentro de ti (Salmo 139:12-13).

Todos los detalles importantes del ser humano, tu forma de ser, tu temperamento, tu esqueleto, la forma de tu cara, todo fue formado por mi misma mano.

Yo marqué tu vida mientras nadie puede intervenir en lo que hago, porque no es visible en la oscuridad.

Como un diamante que aún no ha podido ver la luz, porque todo el brillo que pronto portará será mayor que cualquier tiniebla que tuvo que pasar.

Pero no tengas miedo, porque tu luz viene de mí, y serás como el diamante al salir de esta oscuridad.

Si yo hago cosas en la oscuridad, donde nadie puede intervenir, donde nadie puede entender el proceso, ¿por qué quieres saber todo el plan? (Juan 13:7).

Algunas veces, yo deseo que ignores como se desarrolla el plan, no para torturarte, sino para que te maravilles el día del alumbramiento (Eclesiastés 11:5).

Hay días que son oscuros y estoy yo, completando una obra que no puedes ver.

Haciendo un milagro creativo en tu oscuridad.

Así como cuando pasas por un embarazo, y se siente extraño, porque está creciendo en ti una vida que no había estado allí, y es solo a medida que crece que se ensancha tu vientre, de la misma forma es solo cuando crece lo que Dios hace que se ensancha tu corazón. Tu corazón no se ensanchará al menos que haya un motivo, al menos que mi Palabra entre dentro de ti, y allí los cambios dentro de ti serán evidentes.

No es visible, es formado en la oscuridad.

No puedes suponer como será, porque sencillamente será una sorpresa cuando salga de ti.

Solo sabes que el día de brillar como un diamante, ese día de dar a luz ese propósito, fue el resultado de una formación en la oscuridad, y una expresión de mi gloria que se dará a conocer.

Amada mía, aunque estés en la oscuridad, pronto vendrá tu luz (Isaías 60:1).