EL REGALO DE SU DIRECCIÓN

Meditación:

Cuando los sabios de oriente vinieron a conocer al rey de los judíos que había nacido, Herodes consultó a los sacerdotes y escribas quienes le citaron esta promesa: “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel”.

Pocas veces consideramos este regalo, pero su promesa es que Él siempre nos guiará y nos pastoreará. Porque nos ama tanto que anhela que sigamos el camino que nos lleva a conocerlo más a Él. Esta promesa me asegura que nunca más te extraviarás. La promesa es que sabrás a dónde vas y conocerás el camino correcto qué hay que recorrer. No volverás a sentirte perdido(a).

Es un regalo en el que recibimos y confiamos en sus planes para nuestra vida, porque nos llenará de confianza en cada paso, aprenderemos a vivir, a tener paciencia, a contar con la guía correcta. Así como guió a los sabios con la estrella quiere guiarnos a su presencia por medio de Jesús.

Oración:

Señor, gracias por el regalo de tu dirección para mi vida. Ahora sé que tú me muestras el camino por dónde debo andar, tu conoces el camino y puedo recorrerlo con confianza y seguridad. Que tu mano me guíe siempre, que tu consejo me instruya y me dirija hacia ti y a los planes que tu tienes para mi vida. No me dejes extraviarme, porque eres quien me pastorea. Amén.