La Libertad Del Porno Empieza AquíMuestra

Derrotar la Vergüenza

Ayer analizamos la diferencia entre la culpa y la vergüenza. La culpa dice: "He hecho algo malo", pero la vergüenza dice: "Soy malo". El núcleo de la vergüenza es el autodesprecio y el sentimiento de inutilidad. La vergüenza de una persona declara alguna versión de "no soy suficiente", "hay algo malo en mí" o "no importo".

La Dra. Brené Brown, investigadora de la vergüenza, dice: "La vergüenza es un sentimiento o experiencia intensamente dolorosa de creer que somos defectuosos y, por lo tanto, indignos de ser aceptados y pertenecer". Es fácil imaginar cómo esta emoción intensamente negativa alimenta otras emociones como la duda de uno mismo, la ansiedad y la depresión, entre otras.

En la superficie, puede parecer que una persona está medicando su ansiedad y estrés con el porno. Pero si se indaga un poco, se descubre que la vergüenza alimenta estas otras emociones. Por eso se considera que la vergüenza es el más poderoso de los impulsores de una adicción a la pornografía. La vergüenza a menudo tiene sus raíces en un trauma que la persona experimentó.

La Biblia ordena la vulnerabilidad cuando nos manda confesar. Santiago 5:16 dice: "Por lo tanto, confesaos los pecados unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados…". La palabra sanado en griego significa "curar" o "sanar". La curación hacia la integridad tiene lugar cuando somos vulnerables acerca de nuestro pecado unos con otros.

La investigación moderna está validando lo que la Biblia ha dicho todo el tiempo. La Dra. Brené Brown dice: "Cuando sentimos vergüenza, lo más probable es que nos protejamos culpando a alguien o a algo más, racionalizando o escondiéndonos". La vergüenza no tratada mantiene a las personas racionalizando en lugar de arrepentirse. Los mantiene sintiéndose desesperados en lugar de creer que la libertad es posible. La vergüenza controla al usuario de la pornografía.

La confesión -incluyendo el nombrar la vergüenza y compartirla con los demás- trae consigo la curación. Si sientes vergüenza, nómbrala. Brown dice: "La vergüenza deriva su poder de ser indecible. Si cultivamos la suficiente conciencia sobre la vergüenza para nombrarla y hablar de ella, básicamente la hemos cortado por las rodillas". Cuando la gente comparte las cosas vergonzosas de su pasado, les quita su poder como desencadenantes. Esto es lo que hace que obedecer el mandato de confesar sea tan importante.

"Estás tan enfermo como los secretos que guardas"(Dr. Ted Roberts).

Lea estos tres testimonios de personas que experimentaron la curación que conlleva la vulnerabilidad.

¿Cómo te ayudó a encontrar la libertad el hecho de ser vulnerable y compartir tu historia con el porno?

"Fue necesario que me abriera con los demás para que entraran en esta zona vulnerable de mi vida antes de que empezara a experimentar la curación y la libertad. Ser vulnerable con las chicas de mi grupo ha eliminado gran parte de la vergüenza. Nos ha llevado a tener un grupo con verdadera hermandad y confianza entre nosotras. Sin ser real, era demasiado fácil mantener ocultas partes de mi adicción" -Jessica.

"La vulnerabilidad fue una parte importante para que me decidiera a luchar. Antes de abrirme, me sentía atascada, derrotada y me había rendido. Compartir mi lucha me ayudó a disipar los sentimientos negativos de vergüenza y desesperanza, por lo que pude empezar a avanzar hacia una solución" -Ben.

"Nunca había admitido realmente a alguien que veía pornografía con regularidad o que sentía que era un problema. Hasta que lo verbalicé con otra persona, fue fácil convencerme de que no era un gran problema y de que no necesitaba tomar medidas, aunque sabía que necesitaba y quería liberarme de ello. Si nunca hubiera compartido mi historia con otros, sé que nunca habría encontrado la verdadera libertad" -Lucas.

Si deseas la libertad, debes ser vulnerable y compartir aquellas cosas que te causan vergüenza. Necesitarás una persona segura y de confianza con la que compartir. Si no tienes una, ora y pide a Dios que te proporcione esa persona.

El reto de hoy:

1. Lee Romanos 7:23-25a.
2. Responde las preguntas de reflexión que aparecen a continuación.

"Pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo. ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal? 25 ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!

En conclusión, con la mente yo mismo me someto a la ley de Dios, pero mi naturaleza pecaminosa está sujeta a la ley del pecado.” Romanos 7:23-25a

Preguntas de reflexión:

1. ¿En qué sentido es vulnerable Pablo en este pasaje?
2. ¿Cómo asume la responsabilidad?
3. ¿A quién busca Pablo para liberarse de su lucha? ¿Cómo ayuda Jesús y el seguimiento de la palabra de Jesús a una persona a liberarse?
4. ¿De qué manera la vergüenza te ha mantenido atrapado en un patrón de pecado? ¿Quién es una persona segura con la que puedes confesarte?

¿Cómo son tus hábitos sagrados?

#1 Confesión

#2 Lectura de la Biblia y oración

#3 Utilizar y practicar el BRACE

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