PotencialMuestra

Si hay algo que todos sabemos que es cierto, es que la gente puede decepcionarnos. A veces nos decepcionamos unos a otros, ¡lo queramos o no! Por eso, es importante mantener nuestras expectativas bajo control. Si queremos caminar en comprensión y perdón cuando esas cosas sucedan de forma inevitable, tenemos que seguir a Jesús más de cerca que a nadie. La única persona que puede preparar nuestros corazones cuando la gente nos decepcione es Dios.

Hoy, piensa si has estado presionando demasiado a alguna persona para que cumpla tus expectativas. Recuerda que todos somos humanos, ten paciencia y ten presente que Dios está contigo aunque otra persona te decepcione.