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Manos abiertas bolsillos llenosMuestra

Manos abiertas bolsillos llenos

DÍA 2 DE 3

Como propuso en su corazón. Jesús fue muy claro porque donde está nuestro tesoro allí estará también nuestro corazón.

Tenemos muchos tipos de tesoros, el dinero, las propiedades, el amor, la salud, las amistades, etc. Y allí está nuestro corazón.

El tema de hoy lo podrías llevar a cualquier área de tu vida, pero enfoquémonos en el dinero. Conozco cientos de personas que están peleadas con el diezmo y las ofrendas y se la pasan criticando y mostrando con versículos (sin contexto) el engaño y la falsa doctrina de esto.

Dios nunca se equivocó en escribir su Palabra y todo lo que está escrito en ella se cumplió, se está cumpliendo y se seguirá cumpliendo. Si Dios prometió Él cumplirá.

Dios nos dice si siembras generosamente también segaras generosamente. PERO, da conforme propusiste en tu corazón.

Cuando vamos a dar nuestro diezmo, nuestra ofrenda, una limosna, etc. Debemos de revisar la intención del corazón y cómo lo damos. Dice que no lo demos por necesidad ni con tristeza.

No demos porque vamos a recibir algo a cambio, no des si lo haces forzado o porque te están mirando. Si la cantidad te pone triste, no te sientes a gusto, te sientes obligado, no lo hagas. Te recomiendo que seas sincero y comiences con lo que te haga sentir bien (como lo propones en tu corazón).

Lo que des, dalo agradecido, alegre, gozoso sin esperar nada a cambio. Lo que a Dios le interesa es tu corazón y que vayamos aprendiendo a ser cada día más generosos hasta que podamos desprendernos de todo, no con tristeza ni por necesidad.

Este principio lo aprendí hace muchos años y lo que me propuse fue ir aumentado el 1% anual de mis ingresos para dárselo a Dios. Comencé ofrendando menos del uno por ciento el primer año, pero, lo hice con alegría y sencillez de corazón, no por necesidad sino por agradecimiento. El segundo año di el 1% de todo lo que recibía y así he ido aumentando cada año y he visto como mis capacidades de dar han ido aumentando al igual que mis ingresos. Porque ahora he aprendido a depender de Dios y no del sistema financiero que rige este mundo. Mi nuevo sistema financiero es el del Reino de Dios.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Manos abiertas bolsillos llenos

En este devocional quiero mostrarte y retarte, a través de la Biblia, cómo el Señor nos quiere bendecir para que podamos ayudar a expandir el Reino en este mundo.

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Nos gustaría agradecer a Amistad del Sur por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://amistaddelsur.org/