Escribir para acercarte a DiosMuestra

ESCRIBIR TUS ORACIONES ES UNA DISCIPLINA ESPIRITUAL QUE TE AYUDA A PROFUNDIZAR SOBRE TU CORAZÓN Y CELEBRAR LAS RESPUESTAS DE DIOS.

Hace años, una amiga inició un diario de oración, algo que a mí nunca se me había ocurrido. Siempre pensé que las oraciones eran verbales y no había propósito en escribirlas. Sin embargo, cuando mi amiga me enseñó su cuaderno lleno de sus oraciones, lo hizo para mostrarme las maneras en las que Dios las había contestado y las que aún estaban pendientes. Con mucha alegría, me relataba cómo escribir sus oraciones le ayudaba a celebrar las respuestas de Dios aunque no siempre fueran como ella pensaba que Él respondería.

Además de escribirlas, mi amiga se las leía a Dios. Era cómo preparar el guion antes de personificarlo. Me explicaba que, de esa manera, ella se enfocaba en Dios, sus pensamientos no divagaban ni se distraían tan fácilmente. Escribir sus oraciones era una manera de prepararse para hablar con Dios. Ella utilizaba un pasaje de las Escrituras, casi siempre un salmo, que no necesariamente tenía que ver con su petición, sino con la inclinación de su corazón para pedir la ayuda de Dios en su debilidad y necesidad.

¡Cuánto aprendí de esta práctica espiritual! ¡Así que inicié uno también! Ahora, no solo uso el diario para escribir mis oraciones a Dios, sino también para escribir las peticiones por las necesidades de otras personas. Escribir lo que oras asienta el camino de lo que te comprometes con el Señor, lo que le estás entregando y lo que deseas de Él según Sus promesas. Una de las maneras más útiles que encontré fue escribir siguiendo un patrón. Por ejemplo:

Inicio dando gracias por mi salvación, por quién es Dios y por lo que ha hecho en mi vida. Luego, pido perdón por mis pecados y confieso cómo me siento. Seguidamente, le pido por mis necesidades y las de otros. Y termino dando gracias por su fidelidad, pues confío que Él me escucha y obrará según Su buena, perfecta y agradable voluntad. Así me es fácil ver las respuestas de Dios y evaluar mi corazón hacia ciertas situaciones.

Te animo a que, como el salmista, repitas estas palabras: “Inclina, oh Señor, tu oído y respóndeme, porque estoy afligido y necesitado” (Sal 86:1). Escribe al Señor tus oraciones con la plena confianza de que Él te escucha y responderá porque Él es fiel.

• Aprende: ¿Por qué escribir nuestras oraciones es una disciplina espiritual?
• Vive: Lee Salmos 78:1 y Salmos 86:1. ¿Puedes notar la conversación entre Dios y el salmista? Después, lee Salmos 119:25-32. Vuelve a estos versículos en una oración, escríbela y sigue orando la Palabra.
• Lidera: Envía una oración escrita a una amiga que lo necesite y usa un salmo como ejemplo.

Oración

Señor, gracias por darnos las Escrituras para que en ellas encontremos palabras para hablarte. Gracias por Jesús, por quien podemos acercarnos a ti confiadamente al trono de gracia para encontrar el oportuno socorro. Ayúdanos a perseverar en una vida de oración que honre tu Palabra. Perdónanos por las veces que olvidamos orar y leer la Biblia. Ayúdanos a no olvidar cuánto te necesitamos. En Cristo, amén.