Escribir para acercarte a DiosMuestra

ESCRIBIR LO QUE MEDITAMOS EN LA PALABRA ES DEJAR UN LEGADO PARA AQUELLOS QUE DIOS NOS HA DADO.

Como parte de una tarea del seminario, leí varios diarios de misioneros de los años 1700's. He leído biografías, pero nunca había leído diarios personales. Fue de enorme bendición para mi corazón leer las expresiones de amor, dolor, incertidumbre y gozo que la labor ministerial les producía. Sobre todo, leer cuánto aprendían de su tiempo en la Palabra con la obra que realizaban.

Al finalizar mis lecturas, debía entregar un ensayo crítico sobre el valor e impacto que tuvo en mi vida. Mientras escribía, una lágrima cayó en mi libro. Me sentí avergonzada de cuán poco amaba a Dios en comparación a estas personas que confiaban tanto en Él a pesar de que mañana podrían ya no amanecer. Muchos de ellos enfrentaron persecución, enfermedades y escasez, pero al leer cuánto gozo les producía la conversión de una persona, no podía dejar de angustiarme por sus palabras.

Uno de ellos, David Brainerd, decía que escribir le ayudaba a meditar en el carácter de Dios y en cómo Dios obraba en su misión a través de él. Le ayudaba a dejar un historial que quizás podría ayudar a otros a descubrir lo hermoso que es caminar con Dios. Una de las disciplinas de este misionero era levantarse a orar y leer una porción de la Palabra; con base a ello, escribía lo que ese día iba a realizar para, por la noche, relatar cómo terminó su día y si esa expectativa había sido alcanzada o si Dios había cambiado los planes para mejor.

A veces, cuando estaba con una persona o lo visitaban, les enseñaba su diario para compartir enseñanzas que encontraba en la Palabra y que habían sido su meditación. Usaba su diario para mostrar a otros cómo Dios le enseñaba y moldeaba a Él. Mientras avanzaba en mi lectura, mi corazón se inflamaba de amor. ¿Cómo es posible que no dedique tiempo a mi Señor? La vida nos lleva tan a prisa que siempre dejamos de último a Dios. Podemos poner miles de excusas, pero lo cierto es que eso son, excusas. Cuando amamos algo, le dedicamos tiempo y lo cultivamos.

Frances Bacon dijo: «Si un hombre escribe poco, necesita tener una enorme memoria». No sé tú, pero con el paso de los años, mi memoria se evapora tan rápido que, si no escribo recordatorios, seguramente los olvidaré. Así es con la disciplina espiritual de escribir aquello que Dios te está enseñando. No desperdicies tu tiempo en los afanes de esta vida sin antes meditar en la Palabra que te dará paz, descanso y esperanza durante el día.

• Aprende: ¿Por qué es importante escribir un diario para meditar en la Palabra?
• Vive: Quizás tienes un blog o escribes lo que Dios te enseña en tu cuenta de Instagram. ¿Qué tal si en vez de escribirlo allí lo haces primero en un cuaderno en la intimidad con el Señor para relatar cómo esas enseñanzas verdaderamente te están transformando? Lee Filipenses 1:1-20. ¿Cómo puedes aprender de Pablo al relatar lo que ora, piensa y enseña? Basado en estos pasajes, escribe un diario para meditar en Dios.
• Lidera: ¿Qué tal si invitas a una hermana a iniciar un diario o a escribir lo que Dios hace en sus vidas? Encuentra en esta práctica una manera de conectarte con otras mujeres y animarlas a cultivar una relación con Dios a través de esta disciplina espiritual.

Oración

Señor, gracias porque podemos acercarnos a ti, a veces con palabras, otras veces en el silencio y algunas con nuestras letras. Te rogamos que escuches nuestras oraciones y guíes nuestros pasos. Cada día, escribiremos lo que hemos pensado acerca de ti, lo que hemos hecho bien y mal para traerlo en agradecimiento y en confesión. Ayúdanos a perseverar en esta disciplina para deleitarnos en ella relatando todo lo que tú haces en nuestra vida y a través de nosotras. En Jesús, amén.