Limpieza ProfundaMuestra
En los tiempos del Antiguo Testamento, era fácil que las personas se ensuciaran convirtiéndose en inmundas. Las reglas de la ley eran muy estrictas. De esta manera, cualquier persona que tocare alguna cosa o persona considerada como inmunda, se consideraba inmunda también y como si hubiera delinquido delante de Dios. Isaías describió en su libro, que al estar en pecado hace que estemos en suciedad, que caigamos como hojas y nuestras maldades nos lleven como el viento.
La basura que se acumula en nuestras casas o centro de trabajo, suele ser desechada para evitar que se acumule. Recuerdo que, en algún tiempo, en la colonia donde vivo se dejó de recoger la basura por varios días. Los trabajadores de limpieza se inconformaron y no pasaron por la basura como solían hacerlo. La basura se acumuló impresionantemente en nuestras casas y literalmente no sabíamos qué hacer con ella. De esa forma nos dimos cuenta de lo importante que es la labor de limpieza.
Del mismo modo la Palabra de Dios nos enseña que debemos desechar toda inmundicia y abundancia de malicia, recibiendo la Palabra que es capaz de salvar nuestras almas.
Oremos: Padre, gracias por enseñarnos que nos cuidemos de no contaminarnos, de no ensuciarnos y desechar toda inmundicia de nosotros. Gracias por tu Palabra a través de la cual nuestras almas pueden ser salvadas.
Escrituras
Acerca de este Plan
En ocasiones tendemos a pasar por alto el limpiar zonas de nuestra casa, nuestro centro de trabajo, nuestro auto o incluso, desde un punto de vista espiritual, nuestro corazón. La Palabra dice: “¿Con qué limpiará el joven su corazón? Con la Palabra de Dios”. La limpieza espiritual es importante porque de esta manera podremos mantener una relación plena con Dios en nuestra vida espiritual.
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Nos gustaría agradecer a Amistad del Sur por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://amistaddelsur.org/