Saliendo de la QuejaMuestra

COMENZANDO EL VIAJE.

Embarquémonos en un viaje imaginario en estos próximos días a nuestro ser interior.

Te invito a que te unas conmigo en un viaje hacia el centro de tu corazón, ese lugar donde solo tú y Dios saben la realidad de tu ser. Un lugar donde no hay máscaras, ese lugar donde no tienes que “ser para parecer”, donde no hay que “actuar como”; sino que puedes ser totalmente transparente contigo mismo.

Solo desde esa plataforma puedes encontrar sanidad, paz, y sobre todo la respuesta a la pregunta que da vueltas en nuestras mentes: ¿Por qué me quejo tanto? y ¿cómo puedo salir de la queja?

Para llegar a esa respuesta primero démosle sentido a la palabra “queja”.

¿Qué es la queja?

La queja se define como un resentimiento o disgusto que se tiene por la actuación o comportamiento de alguien, o también como una reclamación o protesta ante una autoridad causada por un desacuerdo o por una inconformidad.

En la Biblia vemos a la queja también como murmuración.

Es fácil reconocer la queja y murmuración en otros, ya que la queja para el que la escucha es incómoda, y molesta por la carga negativa que trae.

Pero hoy es un día diferente, en este viaje te animo a que el resto de tu día, pienses en esta definición para que al entenderla y abrazarla puedas reconocer la queja en tu vida.

Comienza por pedirle a Dios que te enseñe y te muestre.

Haz esta oración conmigo:

Señor, dispongo mi corazón para que en estos días me ayudes a entender por qué me quejo tanto. Ayúdame a verme cuándo y cómo me quejo para comenzar a identificar la queja en mí, ayúdame a desenfocarme de ver a los demás cómo se quejan, y a ver cómo me quejo yo.

Gracias porque sé que me acompañarás en este proceso. Amén.