“La Esperanza Y Poder De La Resurrección"Muestra

La esperanza y el poder de la reconciliación

Daniel Muñoz

“Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación” (2 Corintios 5:19).

Cuando el Apóstol Pablo nos explica el problema del pecado en la Epístola a los romanos, enseña que Dios manifestó desde su trono una sentencia de juicio sobre la humanidad, pero junto con este veredicto, añadió una promesa de misericordia. Pablo dice que Dios habló que todos los seres humanos están destituidos de la gloria de Dios; no obstante, Dios manifestando su amor entrañable también habló que entregaría al Hijo, es decir, que Jesucristo se humillaría viniendo a la tierra para entregar su cuerpo en la cruz, y así reconciliar al mundo consigo mismo para resolver el problema del pecado.

Desde la eternidad, Dios puso su propio cuerpo como garantía de que, si algo sucedía, Él vendría en persona a resolver el problema del mal. Como resultado de su plan Dios entregó su cuerpo como la ofrenda perfecta y definitiva para destruir el pecado y sus efectos; además, ya la muerte fue vencida con el poder de su resurrección, que es primicia de nuestra futura resurrección corporal y garantía de nuestra reconciliación con Dios.

La obra de la reconciliación propiciada por Cristo trajo como beneficio la justificación a favor de su pueblo. Nos ha sido entregada la verdad de la justificación, como el ser hallados dignos de la vida eterna por la fidelidad de Jesucristo. Dios nos imputó su fidelidad de manera gratuita (aunque a Dios le costó entregar su cuerpo), y ahora por su obra y su poder hemos sido hechos practicantes de su justicia para salvación y para vivir en santidad.

La justicia de Dios se puede definir como el estado ideal de las cosas según Dios, y la esperanza de la vida eterna es parte de su justicia; pues siempre ha sido la voluntad de Dios llevar a su pueblo al mundo venidero. La esperanza ya se está realizando en su Iglesia, aunque esperamos la materialización total de su promesa, cuando seamos resucitados en cuerpos incorruptibles por su poder. Por tanto, somos llamados por Dios para ser portavoces de su reconciliación. ¡Comencemos en esta temporada a contar la noticia de Aquel que es bueno, la noticia de Jesucristo, la esperanza y el poder de la reconciliación con Dios!

¿Qué podemos descubrir sobre la reconciliación en la Biblia?