Una verdadera amistadMuestra

Jesús nos convierte en sus amigos

En una ocasión, Jesús caminaba con Sus discípulos y Él les compartía las enseñanzas del Reino de Dios. Les hablaba de lo importante que era estar bien afianzados en Sus enseñanzas y de los retos y peligros a los que se iban a exponer por ser Sus discípulos. De repente, Jesús hace una pausa y hace una declaración maravillosa para aquellos hombres que lo seguían. Jesús les dice que ya no iban a ser Sus siervos; de ahora en adelante, ¡serían Sus AMIGOS! Aquellos hombres seguramente se volvieron a ver y no entendieron lo que acaba de decir Jesús. Sí, Jesús les vuelve a repetir que, de ahora en adelante, ellos eran Sus amigos. ¡Qué cosa más maravillosa es ser amigo del Hijo de Dios! Claro está, para que estos hombres se volvieran amigos de Jesús, tuvieron que cumplir ciertos requisitos y estos eran que cumplieran los mandamientos de Dios, que se amaran como Jesús mismo los amaba y ser obedientes a Sus mandatos. Estos hombres no entendieron a profundidad esas palabras, pero más adelante, ellos iban a comprender qué significado tenía que Jesús los hubiese acogido como Sus amigos.

De la misma manera, esa invitación que Jesús le hizo a Sus discípulos es la misma invitación que nos hace a cada uno de nosotros hoy día. Los requisitos siguen siendo los mismos, debemos ser fieles a Sus mandatos, debemos ser obedientes y debemos amarnos entre nosotros. Como cristianos, tenemos el gran reto de mostrar el amor de Dios a otros, sobre todo en un mundo tan lleno de egoísmo y materialismo en que vivimos hoy día. ¡Qué hermoso es saber que cuando tomamos la decisión de seguir a Jesús, nos volvimos amigos del creador de todo lo que existe; y más maravilloso aún que un día lo vamos a conocer personalmente!

ORACIÓN

Hoy, te quiero dar gracias, mi amado Jesús, ya que un día estaba perdido y sin rumbo y tú tomaste la decisión de venir a buscarme para ofrecerme vida eterna. Y, no solo eso, me diste también la oportunidad de ser tu amigo; y eso lo aprecio mucho. Hoy, no tengo cómo pagarte ese gran amor que tienes para conmigo. También te pido que me llenes de mucha sabiduría y amor para compartir tu bello mensaje de salvación y amor. Amén.