Antiguo Pacto vs NuevoMuestra

Santidad

Muchas veces, en la iglesia, hemos cantado diferentes canciones que dicen: ‘’¡Santo, Santo, Santo!’’ Pero, ¿qué significa ser santo? La mayoría de las personas pensamos que el concepto de santidad es solamente vivir una vida moralmente buena y en parte sí, Dios es moralmente perfecto, pero es mucho más que eso. En la Biblia, la idea de santidad es mucho más compleja, refleja como Dios tiene la capacidad de dar vida, belleza y orden, estos atributos hacen de Él un ser ‘’único’’, esta palabra puede ser un sinónimo de Santo.

La Biblia también nos revela como su santidad puede ser letal, si nos acercamos a ella estando impuros puede quitarnos la vida, como sucedió con los hijos de Aarón, no porque Dios sea malo, sino, porque es demasiado bueno para nosotros. Proyecto Biblia usa una buena metáfora para explicar la santidad de Dios, podemos pensar en el Sol, es la única estrella en nuestro sistema solar que da las condiciones para que haya vida y belleza en la tierra, pero si te acercas demasiado puede aniquilarte. Otro ejemplo en la Biblia, es cuando Dios se le presentó a Moisés en la zarza, el Señor le dijo que se saque los zapatos porque está pisando tierra santa. Luego, Moisés comenzó a acercarse y Dios le dijo que no se acerque más, por su propio bien.

Un dato curioso de los sumos sacerdotes del templo, es que en sus uniformes, llevaban unas pequeñas campanillas en el borde de sus túnicas cerca de los pies. Ellos, una vez al año podían entrar al lugar Santo, si entraban de forma impura podían morir, por eso, si las campanillas dejaban de sonar era porque algo había sucedido. Si estaban puros, simplemente continuaban su servicio y disfrutaban de estar ante la presencia de Dios.

Por esta razón Dios les dio leyes para estar ritualmente puros, algunas de ellas son morales y otras de purificación, ya que para entrar a la presencia de Dios, primero había que purificarse a uno mismo. Mientras cometer adulterio es un pecado grave, el estar impuro no era pecado, duraba un período de tiempo, pero sí era pecado presentarse a Dios estando en esa condición y podía quitarte la vida. Algunas de esas leyes, era que no se podía tocar un cadáver, ni gente con piel enferma, ni sangre, ni fluidos corporales, no podían comer animales considerados impuros como el cerdo, los murciélagos y calamares, ni alimentos comprados a extranjeros, ya que podían haber sido sacrificados para otros dioses, en síntesis, no debían tener contacto con nada que representara la muerte. Si por alguna razón tenían contacto con estas cosas, debían lavarse y aislarse un período de tiempo hasta volver a estar ritualmente puros.

Entonces, ¿dónde está el punto de inflexión? ¿en qué momento esto dejó de ser así? Hay una historia muy interesante de un profeta llamado Isaías, él tiene una visión en la que está en el templo ante la presencia de Dios, con ángeles serafines cantando ¡Santo, Santo, Santo! Y toda la casa se llenó de humo, como él conocía la ley, sabía que él no debía estar ahí. Estaba aterrado y dijo: ¡Yo soy de labios impuros y mi pueblo es impuro! Pero un serafín (esta especie de ángeles son guardianes de la presencia de Dios, ellos se encargan de que nada impuro entre a su presencia) se le acerca tomando con una tenaza un carbón encendido y con él toca sus labios y lo purifica para estar ante la presencia de Dios, lo interesante de esto es que si alguien impuro te tocaba se volvía impuro, pero en este caso, la santidad de Dios purifica a Isaías, es decir, en vez de matarlo lo transforma.

Otro caso más es del profeta Ezequiel, tiene una visión que del templo fluye agua hacia el desierto que luego se transforma en un torrente y luego en un río profundo quitando la sequedad, haciendo todo fresco dejando un rastro lleno de vegetación y vida. Así que, esto profetiza lo que Jesús y el Espíritu Santo harían en el futuro, ahora ya no hay que purificarse uno mismo para entrar a la presencia de Dios, ahora su presencia me purifica, me transforma y me da vida. Jesús es el cumplimiento de estas profecías, él vive una vida tocando gente enferma y su pureza los sana, resucitó muertos y nada de esto lo volvió impuro si no que Él comenzó a purificar a todos los que en él creían.

Pero a pesar de que nos redimió, seguimos viviendo en un mundo impuro y corrompido. ¿Cómo evitar que nuestras vestiduras no se vuelvan a manchar? Vivir una vida de santificación, es un proceso que debes vivir todos los días, al pasar tiempo con el Espíritu Santo, adorando e intercediendo y sirviendo, dando fruto, cayendo y volviendo a levantarse, yendo a la cruz cada día, ya no es necesario santificarse antes de entrar a la presencia de Dios. En su presencia nos santificamos, conviviendo con Él comenzarás a perder el deseo de pecar y vas a amar lo que Dios ama y odiar lo que Él odia, el desafío acá es estar de acuerdo con su Palabra. ¿Estás de acuerdo con la idea del bien y del mal que Dios tiene?¿Estás de acuerdo con Dios? A veces, rendirle nuestros pensamientos y voluntad a Dios puede ser un gran desafío, pero no va a traer más que bendiciones y plenitud a tu vida.

Oración: Amado Dios, gracias por Tu gracia y por Tu misericordia, enséñame a vivir buscando Tu rostro, a amar lo que Tú amas, que yo no tenga amor por el pecado, que mi corazón siempre busque estar de acuerdo contigo, que mi corazón aprenda a rendirse ante tus pies, te doy gracias. En el nombre de Jesús, amén.