[Epístola De Filemón] Respuesta De Fe Y AmorMuestra

Sobre la base del amor

¿Alguna vez has tenido que abordar una situación delicada con alguien, con la esperanza de utilizarla como medio de crecimiento y desarrollo del carácter de esa persona?

El Apóstol Pablo tuvo este tipo de problema. Para resolverlo, escribió a Filemón, su hijo espiritual de confianza para animarle a que recibiera a un esclavo. Ese esclavo era Onésimo, que huyó de la casa de Filemón y más tarde se convirtió en un hermano en la fe. Si en algún momento se le planteó a Filemón un reto difícil, este fue el suyo.

Para animar a Filemón a entrar en acción, Pablo comienza elogiándole. Filemón es reconocido como un hombre de fe y amor en Cristo, ¡y su testimonio ha refrescado a los creyentes de todas partes! ¿No es así como la mayoría de nosotros querríamos ser conocidos?

Pero en los versículos 8-9, Pablo cambia de marcha. Le dice a Filemón que, debido a su testimonio, tiene una petición para él relacionada con Onésimo: No cambies quién eres ni tu forma de actuar, pero haz lo mismo por este esclavo fugitivo. En otras palabras, muestra a Onésimo el mismo tipo de amor por el que eres conocido, basado en tu fe profesada.

Pablo hace este llamamiento en varias ocasiones a lo largo de su carta. En el primer intento, hace su llamamiento basándose en el amor. Pablo no utiliza su autoridad apostólica para lograr que Filemón haga lo que le pide.

En su comentario, el estudioso del Nuevo Testamento Peter T. O'Brien, dice que Pablo está apelando a Filemón de creyente a creyente, contando con las cálidas relaciones entre verdaderos amigos y no con los fingidos cumplidos de adulación tan comunes en la escena pública de aquellos días. Pablo espera que Filemón comprenda lo que es bueno y correcto debido a su comprometida fe en Cristo y a su amor por el pueblo de Dios.

Al no ejercer su derecho apostólico, Pablo está haciendo lo que Jesucristo hizo en Getsemaní. Como Hijo de Dios, podría haber dicho: «Padre, no son dignos. No beberé esta copa». Pero no lo hizo. En lugar de eso, dijo: «Que no se haga mi voluntad, sino la tuya». Del mismo modo, Pablo no ejerce su derecho de apóstol para imponerse a Filemón. En lugar de eso, le habla basándose en el amor, como un verdadero amigo.

Señor, ayúdanos a responder siempre con amor, como Cristo nos respondió con amor. Que demos un testimonio de fe y amor que reconforte a nuestros hermanos y hermanas.