Semana SantaMuestra
Jacob tuvo un sueño en el que vio una escalera entre el cielo y la tierra. Una escalera entre lo natural y lo sobrenatural.
Jesús es la escalera que nos conecta con el cielo. Jacob dijo: “Rsta es la puerta del cielo” y en Juan 10:9 Jesús mismo dice: “Yo soy la puerta".
Esta Semana Santa celebramos que gracias a Jesús podemos vivir bajo Cielos Abiertos.
Una de las maldiciones de la desobediencia en el Antiguo Testamento era vivir bajo cielos de bronce o cielos cerrados. Sin embargo, Jesús en la cruz se hizo maldición para que los cielos sean abiertos entre Dios y el hombre.
1. Los cielos abiertos nos permiten tener amistad con Dios.
En el momento que Jesús muere, la cortina en el templo que representaba la separación entre Dios y el hombre se rasgó. Dios mismo rasgó la cortina desde arriba hacia abajo.
El deseo de Dios siempre ha sido tener una relación con el hombre y por eso, Dios mandó a su hijo perfecto para morir y cumplir con toda la ley y su sacrificio para poder tener una relación con cada uno de nosotros.
Dios anhela tener amistad con aquellos que le buscan.
En una oportunidad, Jesús mando a sus discípulos en un barco hacia otro lugar, pero estando en medio del mar tuvieron dificultades para continuar. Entonces Jesús se acercó caminando sobre el agua, y siguió como si tuviera intenciones de pasar de largo.
Imaginen esta escena. Jesús “casualmente” caminando a las 3 de la mañana, en una tormenta sobre el mar, cerca de los discípulos, actuando como si no hubiera estado en ese lugar específicamente para estar cerca de ellos. Esperando que ellos inicien la conversación. Jesús les quería enseñar a clamar y buscarlo a Él. Eso me hace pensar en tantas veces cuando estoy en problemas, y Dios está cerca, pero espera que yo lo llame para acercarse. Le importa mi vida, le importa mi dolor, pero como un padre que está intentando enseñar una lección a su hijo espera a una corta distancia a que pidamos ayuda.
Dios desea que lo busquemos. ¡Él nos creó para buscarlo!
2. Los cielos abiertos nos permiten ser empoderados por el Espíritu Santo.
El día que Jesús fue bautizado, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo descendió como una paloma.
Literalmente la palabra bautismo significa sumergir, sin embargo, su significado espiritual es morir al pecado para vivir para Dios. Con esta señal Jesús nos estaba mostrando que moriría, para que el cielo se abra y descendiera el Espíritu Santo.
Él Espíritu Santo viene con el propósito de empodéranos para poder cumplir nuestro propósito.
Es imposible vivir una vida cristiana victoriosa sin el poder del Espíritu Santo.
El espíritu Santo nos empodera de dos maneras:
Primero con sus frutos: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. Ese fruto adentro debe definir nuestro carácter.
Segundo con sus dones: Los dones de: Palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, fe, sanidad, milagros, profecía, discernimiento, lenguas e interpretación de lenguas son para servir a otros.
Medita: Esta Semana Santa recuerda que los cielos han sido abiertos, puedes tener una amistad genuina con Dios y tener acceso al poder del Espíritu Santo.
Acerca de este Plan
La Semana Santa nos invita a reflexionar sobre el sacrificio y la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Únete a este devocional de 7 días que será un viaje espiritual para renovar tu fe y encontrar las verdades sobre el eterno amor de Dios para ti.
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Nos gustaría agradecer a Comunidad Cristiana Agua Viva por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.ccaguaviva.org/