Guía práctica y Bíblica para hacer amigas.Muestra

Para tener amigas hay que mostrarse amiga

¿Te acuerdas lo fácil que era hacer amiguitas cuando éramos pequeñas? Era tan fácil como salir al parque y encontrar a otras niñas y comenzar la conversación con un sencillo: ¡Hola!, ¿puedo jugar? ¡Y listo!, ya eras parte del juego, y del grupo. Ahora parece que a medida vamos creciendo, hacer amigas puede volverse complicado.

Pero, ¡hay buenas noticias! Dios, en su Palabra, La Biblia, nos brinda consejos que podemos practicar. El primero que quiero compartir contigo puedes encontrarlo en el libro de Proverbios capítulo 18:24: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano" (RV1960).

¿Cómo aplicar este versículo a nuestras vidas? Pon atención: Si quieres amigas DEBES MOSTRARTE AMIGA. Ser esa amiga que un día tú necesitaste, creo que la parte más retadora de ese proverbio. Es que debemos SER (amiga) antes de TENER (amigas), y para eso sin duda alguna necesitamos a Jesús y su obra en nosotros.

Ser amiga puede traducirse en atreverte a salir de tu zona de comodidad, y aprovechar las oportunidades que se te presenten para entablar conversaciones intensionales con mujeres de tu iglesia local, o de tu comunidad, y mostrarles amor, el amor del Señor como lo dice 1 Juan 4:7.

Ser amiga es exponerte a espacios y ocasiones donde puedas mostrar tu apoyo: apoyar a esa compañera de trabajo, visitar a tu vecina que ha estado indispuesta, escuchar y orar por esa amiga de infancia que ha tenido una temporada difícil. Es en situaciones como estas, para lo que los amigos están diseñados para poder reír, llorar, apoyarse y cuidar el uno al otro en todo tiempo, como lo dice Proverbios 17:17.

Ser amiga en un mundo caído es nadar contra la corriente, ser amiga quizá ha sido difícil, pues lo has hecho en tus fuerzas, con tus recursos, pero ahora hay una mejor forma, hacerlo con ayuda de Jesús.

Así que desde ya, ora a Dios por ese amor y esa capacidad entablar amistades, que puedas mostrarte amiga, escuchando, acompañando, apoyando a otras mujeres, dirigiéndolas siempre a Jesús y creciendo en el conocimiento de la Palabra de Dios juntas.

Para reflexionar responde las siguientes preguntas:

1.¿Qué características (de carácter, talentos, virtudes) posees que pueden hacerte una buena amiga?

2. Escribe el nombre de 3 personas con las que te gustaría entablar una amistad, ¿qué acciones intensionales podrías tener para conectar con ellas?

Oremos:

Señor, gracias por tu Palabra, gracias por tus consejos, te pido, me ayudes a mostrarme amiga con otras mujeres, y que me des gracia y amor por ellas, para que por medio de la amistad pueda mostrar tu amor. Amén.