VIVIR EN EL ESPÍRITU para una vida de intimidad con DiosMuestra

La gente vive preguntándose qué tiene que hacer y comete el gran error de seguir su propio corazón o el consejo de otra persona, sin antes haber consultado a Dios. El gran problema es que no pagamos el precio para desarrollar una amistad profunda con Dios; por esta causa se nos hace casi imposible reconocer su voz.

La razón por la que Jesús insistió tanto en que sus discípulos practicaran las disciplinas espirituales era para desbloquear sus sentidos a fin de que fueran más sensibles a la voz del Espíritu Santo. Una vida a lo fácil, sin oración, sin búsqueda y sin renunciamientos personales nunca será una vida de poder.

Jesús dijo: “Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse...” (Lucas 10:42 NTV); y por supuesto, estaba refiriéndose a vivir unidos a Él. Hoy en día poseemos bibliotecas enteras que nos instruyen cómo llevar adelante un ministerio: métodos para evangelizar, estrategias para discipular, seminarios de todo tipo, congresos con los fines más variados, eventos y miles de recursos para edificar la iglesia; pero el impacto en el mundo es cada vez menor. Nuestros resultados están muy por debajo de los que obtuvieron aquellos primeros creyentes que no sabían nada de todo lo que nosotros ostentamos conocer; ni poseían los recursos tecnológicos que tenemos para expandir el evangelio. Sin embargo, el efecto que lograron fue sin igual. ¿Y sabes por qué? Porque nosotros nos hemos dedicado a perfeccionar métodos, mientras que aquellos se dedicaron a fortalecer su relación con Dios. ¡El secreto sigue siendo el lugar secreto!

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