Peso por la maldad del mundo

Hay otro tipo de peso que cargamos por situaciones que vivimos, donde muchas veces no entendemos el porqué. Te damos algunos ejemplos:

• El abandono por parte un padre o una madre.
• La pérdida de las personas que amamos (padres, esposos, esposas, hijos, abortos).
• Abusos sexuales o físicos.
• Una enfermedad complicada.

Estas situaciones generan manchas en nuestro interior que son difíciles de borrar. Esos traumas nos acompañan por la vida, como una sombra, convirtiéndose en rincones de nuestro corazón que no queremos visitar. Tomamos esos recuerdos, los escondemos de nuestro propio ser consciente e intentamos seguir adelanto suponiendo que nada ha pasado.

Pero hay una gran problema, el hecho de que hagamos como si no estuvieran ahí, no hace que pierdan su efecto. Siguen causando en nosotros incomprensión, dolor, angustia, desesperación, frustración... Debes de ser consciente de que eso está ahí y aunque duela debes ir a ese rincón oscuro con la luz de Jesús y comenzar a sacar una a una esas situaciones que entenebrecen el corazón.

Una mujer tenía doce años de cargar con ella una enfermedad que le hacía la vida imposible. Por esa enfermedad era despreciada y sus propia familia, le dio la espalda. Había gastado todo su dinero buscando una solución, pero no la pudo encontrar. Hasta que un día, Jesús pasó cerca de donde ella estaba y ella dijo: Necesito tocar su manto, con eso seré sana. Por lo que se abrió paso en medio de la multitud y logró tocar su manto. ¡Quedó sana inmediatamente! Su fe en Jesús le permitió ser sana. ¿Te animas tú a creer? ¿Te animas a abrirte paso hasta los pies de Jesús? Hoy puede ser ese día para ti.

No pierdas el final de este plan, donde encontrarás una oración guiada para entregar cualquiera que sea tu carga a nuestro amado Señor Jesús.