Tiempo De SalvaciónMuestra

La prueba de que Dios quiere que su pueblo sea entendido de los tiempos es un hombre llamado Isacar. “De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos” (1 Cr. 12: 32).

Isacar fue el noveno hijo de Jacob y patriarca de una de las doce tribus de Israel. Después de reconciliarse con José, heredó una promesa que le profetizó su padre. Los hijos de Isacar eran “hombres valientes, que apoyaron a sus hermanos en la guerra (ver Jueces 5:15 y 1 Crónicas 7:5). Según fuentes como el Talmud y otros textos que salieron del Pentateuco, los hijos de Isacar eran expertos en la Ley. Por eso pudieron asesorar a los líderes en la batalla con la palabra de Dios en la mano.

Así como estos líderes hijos de Isacar no actuaban de manera aislada, nosotros, como iglesia, nos necesitamos los unos a los otros y nuestros dones se potencian cuando caminamos juntos. Debemos presentarnos primero ante Dios para preguntarle qué debemos hacer para enfrentar los problemas que nos aquejan en todo el mundo. Necesitamos discernimiento para ver lo nuevo, para identificar lo viejo que debemos abandonar y cobrar ánimo en medio de escenarios cambiantes.

Pero, ¿por qué habla Crónicas de ser entendidos en los tiempos en plural? Jesús también lo hizo cuando dijo a los fariseos y saduceos que intentaron ponerlo a prueba en Mt. 16: 2-3:“Al atardecer, ustedes dicen que hará buen tiempo porque el cielo está rojizo,y por la mañana, que habrá tempestad porque el cielo está nublado y amenazante. Ustedes saben discernir el aspecto del cielo, pero no las señales de los tiempos”. Aquí el Señor utilizó la palabra griega kairos. Jesús reclama a los líderes religiosos porque juzgan lo que pasa con sus ojos naturales y no los del espíritu. Asimismo Dios quiere darnos Su perspectiva sobre lo que sucede en la tierra. Para entenderlo mejor, hay cuatro palabras griegas que hacen referencia al tiempo en el Nuevo Testamento: Cronos, kairos, aion y hora. Lo primero es comprender a qué se refiere cada uno.

Encontramos dos de estas palabras en Hechos 1:7. “Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos (cronos) o las sazones (kairos), que el Padre puso en su sola potestad”. Kairos es el tiempo de manifestación especial de Dios. Cronos alude al paso del tiempo en días, semanas, meses o años. La palabra kairos nos habla del momento y el lugar correctos, el tiempo establecido del favor de Dios. Pedro usó esta palabra en: Hechos 3:19–21: “Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que sean borrados sus pecados; de modo que de la presencia del Señor vengan tiempos (kairos) de refrigerio y que él envíe al Cristo, a Jesús, quien les fue previamente designado. A él, además, el cielo le debía recibir hasta los tiempos (cronos) de la restauración de todas las cosas, de las cuales habló Dios por boca de sus santos profetas desde tiempos antiguos” (RVA-2015).

Muchas veces ese kairos viene después de un cronos en el que hemos permanecido orando, obedeciendo al Señor pacientemente día a día, mientras Él mismo nos prepara. Durante esos procesos aprendemos que los momentos kairos no tienen que ver solo con nosotros; nos damos cuenta de que a través de nosotros el reino de Dios se está extendiendo. En los dos días que restan de este devocional, examinaremos las otras dos palabras clave para entender estos tiempos.