La Voluntad De Dios Se Trata De DiosMuestra

El «quién», viene antes del «qué»

Quizá lees esto porque quieres responder a la pregunta: «¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida?» Pero es probable que nos estemos enfocando mal, o por lo menos en el orden equivocado. ¿Tu énfasis está en «la voluntad de Dios» o en «mi vida»? Antes de conocer la voluntad de Dios, debemos conocer a Dios mismo. Allí es donde nos confundimos. En lugar de comenzar la discusión con Él, necesitamos empezarla con nosotros. La claridad viene, cuando quién es Dios es elevado por sobre lo que debemos hacer.

Moisés vio una zarza ardiendo y se acercó a ella. Escuchó una voz y le prestó atención. Oyó un llamado y respondió a él. Y, no solamente descubrió la voluntad de Dios..., descubrió al Dios de la voluntad de Dios. Cuando alguien acude a mí porque quiere conocer la voluntad de Dios «para mi vida», casi siempre, el énfasis está puesto en la última parte de la petición: «mi vida». Sea que se den cuanta o no, el enfoque principal de su petición debería estar en «Dios» y no en «mí».

Descubrir la voluntad de Dios, se puede convertir en un juego egoísta cuando el enfoque —expreso o tácito— no está en Dios, sino en nosotros. Ese pronombre (nosotros), puede sacarnos de curso al buscar la voluntad de Dios, de la misma manera en que unos pocos grados de navegación pueden enviar un avión o una nave lejos del destino al que se proponía llegar.

Cuando Moisés escuchó la voz de Dios desde la zarza ardiente, Dios no le dijo primero cuál era la dirección que había planeado para su vida. En lugar de ello, Dios habló acerca de Sí mismo. A medida que leas Éxodo 3:7-10, subraya todas las veces que Dios se refiera a Él y encierra en un círculo cuando se refiera a Moisés.

¿Puedes ver el uso de los pronombres en lo que Dios le dijo a Moisés? El Señor le dice a Moisés quién es Él, lo que ha hecho y lo que planea hacer. Cerca del final, incluye a Moisés en la conversación: «Te enviaré». Dios ciertamente tenía un plan para Moisés. Pero primero, tenía cosas que enseñarle a Moisés acerca de Dios. Hay seis «Yo» y dos «tú», por alguna razón. ¡Lo primero que necesitamos conocer acerca de la voluntad de Dios es a Dios mismo!

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