La Voluntad De Dios Se Trata De DiosMuestra

La voluntad de Dios incluía un destino cinco estrellas

Dios no solo proveyó plata y oro para su pueblo, sino que también proveyó un destino que probaría ser más satisfactorio que un viaje gratuito para toda la familia (las vacaciones de toda una vida, llenas de parques temáticos y alimentos, con todas las propinas pagas). Le dijo a Moisés que delante de ellos había una «tierra buena y espaciosa [...] una tierra que mana leche y miel» (Éxodo 3:8). ¿Qué significa eso? Cuando pensamos en los recursos naturales clave de un país, tendemos a pensar en términos de petróleo o minerales preciosos; por ejemplo: el oro de California y el carbón natural de Virginia Occidental. Pero Dios tenía algo un poco distinto en mente. La miel y la leche eran productos básicos de la dieta de los israelitas. Ellos eran un pueblo agropecuario, y Dios les estaba prometiendo una tierra rica para el pastoreo de sus ganados (¿recuerdas la ocupación principal de Moisés?) y para cultivar sus viñedos.

Los pastos alimentarían a las cabras, y las cabras darían leche. La buena tierra daría uvas y otras plantas, lo cual a su vez produciría vino y polen que las abejas utilizarían para elaborar su dulce miel. Dios les estaba prometiendo una tierra fértil que les daría sustento y satisfaría sus necesidades más básicas diarias.

Probablemente estés pensando: Perfecto... cabras para la leche y abejas para la miel. Justo lo que no necesito. El oro podría serme útil en toda ocasión, pero lo que realmente busco es un empleo [o una esposa, o un comprador para mi negocio o la cura para una enfermedad]. Bueno, creo que Dios también tiene esas cosas cubiertas. Si Dios pudo despojar a los egipcios de oro y preparar una tierra rica en los mismos recursos que sus hijos necesitaban, ¿no crees que puede proveer igualmente para ti? El apóstol Pablo así lo pensaba. Dijo en la carta a los Filipenses: «Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús», y: «El que no negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con Él todas las cosas?». Si usted siente que Dios no le está proveyendo, ¿está caminando en su voluntad? Porque el Dios de la voluntad de Dios suple; y su voluntad nunca carece de su provisión.