Dios, yo y nosotros Parte 1Muestra

El llamado te enfoca en la fe

Encontrar un espacio específico para la comunión con Dios es un paso vital hacia el crecimiento espiritual. Vimos que Jesús encontró un lugar para ir a orar después de alimentar a los 5.000, antes de caminar sobre el agua. Quiero darte algunos pasos prácticos, algunos deberes. No quiero que te pierdas la importancia de esta disciplina espiritual en tu vida. Jesús da un ejemplo al buscar la soledad para orar, enseñándonos la importancia de despedir a las multitudes de la vida para conectarnos profundamente con Dios.

El llamado a establecer un espacio personal para la oración y la reflexión en nuestros hogares resuena profundamente. Así como hemos designado áreas para las actividades diarias, crear un lugar específico para pasar tiempo con Dios puede mejorar significativamente nuestro viaje espiritual. Este espacio físico simboliza nuestro compromiso de buscarlo a él primero, como se enfatiza en Mateo 6:33, donde Jesús nos insta a priorizar el reino de Dios.

El autor C. S. Lewis dijo bellamente: «Pon lo primero en primer lugar y obtendrás lo segundo. Pon lo segundo en primer lugar y pierdes tanto lo primero como lo segundo». Esta sabiduría subraya la importancia de priorizar nuestra vida espiritual. Al hacerlo, no solo alimentamos nuestra relación con Dios, sino que descubrimos que otros aspectos de nuestras vidas caen en su lugar.

Aquí hay un paso simple pero poderoso, elige un capítulo de la Biblia y sumérgete en él. Por ejemplo, regresa y lee Mateo 6 o 14. Te resultará muy beneficioso observar la forma en que Jesús interactúa con los demás, consigo mismo y con Dios.

Cuando las distracciones terminan, comienza la adoración. Los discípulos, después de presenciar la autoridad de Jesús sobre la tormenta, lo adoraron, reconociendo su divinidad. Este acto de adoración, libre de distracciones, es lo que estamos llamados a emular. Pedro, quien pudo caminar sobre el agua en medio de la tormenta debido a su enfoque en Jesús, sirve como un poderoso testimonio de lo que podemos lograr cuando nuestra atención está firmemente fija en Dios.

Antes de volver al trabajo, terminar tu café o prepararte para el día, siéntate con Dios y pídele que te ayude a mantenerte enfocado en Él hoy. Él quiere ayudarte. A decir verdad, no podemos mantenernos enfocados en El sin su ayuda. Él es así de bueno con nosotros. Él es así de bueno contigo.

Para obtener más información sobre la enseñanza en inglés en la que se basa este devocional: Clic aquí