Corazón Agradecido Muestra

¿Por qué los errores y la culpa deben quedar en el pasado?

En el Salmos 32:1 encontramos una linda promesa “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado”.

Dios tiene el poder de perdonar, Él no está con el dedo acusador ante eso que hiciste. Entonces si Él te perdona, ¿por qué tú no te perdonas? Primero, reconócelo ante Él, y pídele a Dios que esas culpas que cargas a cuestas se conviertan en parte de tu pasado.

Él te dará sabiduría del cielo para poder ayudar a otros en sus tropiezos. Recuerda esto: si te falla el GPS, Dios tiene una brújula indicando el camino para llegar a ese lugar.

Al reflexionar en el Salmos 51: 1-14 recordamos como David con un genuino arrepentimiento pide a Dios por piedad, para que sus rebeliones fuesen borradas, para ser purificado y más blanco que la nieve. De David podemos aprender que fue humilde al buscar misericordia a pesar de su gran falta cuando cometió adulterio con Betsabé y con su plan para acabar con la vida de Urías el esposo de Betsabé. A lo largo de estas acciones se observa:

• Confesión
• Arrepentimiento
• Redención

Dios perdonó a David quien confesó sus pecados, se arrepintió, realizó ayuno e intercesión por la vida de Salomón el hijo que había concebido con Betsabé. David le pidió a Dios que no lo echara fuera de Él, que le diera un corazón limpio y una renovación de su espíritu.

David se comprometió con Dios a enseñarle a los transgresores el camino del Señor.

Tú puedes dejar esa culpa que no te permite ser libre, confesando tu pecado a Dios, arrepintiéndote de todo corazón, apartándote de ese pecado, no cometiendo nunca más esa transgresión y pidiendo a Dios la redención de tu vida.

Vivir una vida plena en Cristo, libre de culpas, de cargas, de peso, disfrutando a plenitud de la presencia de Dios, de Jesucristo y del acompañamiento del Espíritu Santo cada día de tu vida.

Oración:

Señor te pido perdón por mis pecados, por todas las faltas que he cometido, por tomar decisiones sin tu aprobación, perdóname y limpia mis transgresiones. Me arrepiento de todo corazón y te pido me redimas.